La mafia china ha emergido como una de las organizaciones criminales más activas y visibles en Italia en los últimos años. Desde sus inicios en la década de 1990, cuando se reportaron los primeros indicios de mafiosos chinos en el país, su evolución ha sido notable. En sus comienzos, estos grupos eran considerados pequeños clanes dedicados principalmente a la extorsión, el secuestro y la trata de personas, con un enfoque en el tráfico entre ciudades como Roma y Hamburgo. Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente, y hoy en día, las actividades de estos capos mafiosos ocupan un lugar destacado en las páginas de sucesos de la prensa italiana.
**Operativos Recientes y el Desmantelamiento de Redes Criminales**
Uno de los operativos más significativos en la lucha contra la mafia china fue el denominado «Chinese Shuttle», que tuvo lugar en mayo del año pasado. Este operativo resultó en la detención de nueve individuos, ocho de los cuales fueron arrestados en flagrancia. Las investigaciones revelaron que estos criminales estaban involucrados en el tráfico ilegal de personas, facilitando el cruce de ciudadanos chinos a través de los Balcanes hasta llegar a la Unión Europea, con destinos finales en Italia, Francia y España. Este tipo de actividades delictivas ha sido objeto de atención por parte de las autoridades italianas, que han intensificado sus esfuerzos para combatir el crimen organizado.
Otro operativo relevante fue el apodado «Endgame», que se centró en el tráfico ilegal de apuestas clandestinas. Este esquema operaba a través de sitios web clonados, cuyos servidores estaban ubicados en Prato, una región de Toscana conocida por su industria textil. La mafia china ha encontrado en este sector una vía para llevar a cabo diversas actividades ilícitas, lo que ha llevado a un aumento en la vigilancia y la intervención de las fuerzas del orden.
**La Guerra de los Clanes: Un Conflicto Interno**
La mafia china en Italia no solo se enfrenta a la presión de las autoridades, sino que también lidia con conflictos internos que han resultado en una escalada de violencia. Un caso emblemático es el de Zhang Naizhong, un conocido capo de la mafia china. En un giro inesperado, su hijo decidió denunciar a su padre ante las autoridades, lo que desató una serie de eventos violentos entre clanes rivales. Este conflicto, conocido como la «guerra de las perchas», ha llevado a homicidios, palizas y ataques con sicarios, reflejando la lucha por el control del lucrativo negocio textil en Italia.
La violencia ha alcanzado niveles alarmantes, con ataques a propiedades vinculadas a Naizhong y un doble homicidio en Roma que involucró a su mano derecha y su pareja. Este tipo de enfrentamientos no solo pone de manifiesto la rivalidad entre clanes, sino que también revela la complejidad de las relaciones dentro del crimen organizado chino en Italia.
**Colaboración Internacional y Lavado de Dinero**
La mafia china no opera de manera aislada; también ha establecido vínculos con mafias italianas, lo que ha permitido la creación de complejos esquemas de lavado de dinero. Investigaciones recientes han demostrado que grupos criminales italianos han utilizado a China como un punto de apoyo para sus operaciones de blanqueo. Un operativo conjunto de Eurojust, que se llevó a cabo entre 2022 y 2024, logró desarticular una red de empresas que operaban entre Italia, Suiza, Brasil y Hong Kong con el objetivo de lavar dinero proveniente de actividades ilícitas.
Este tipo de colaboración entre mafias de diferentes nacionalidades complica aún más la lucha contra el crimen organizado. Las autoridades italianas han intensificado sus esfuerzos para desmantelar estas redes, pero la naturaleza transnacional del crimen organizado presenta desafíos significativos.
La creciente visibilidad de la mafia china en Italia ha llevado a un aumento en la atención mediática y en la respuesta de las autoridades. A medida que las fuerzas del orden continúan desmantelando redes criminales y enfrentando la violencia interna entre clanes, la situación sigue evolucionando. La mafia china ha pasado de ser un fenómeno oculto a convertirse en una de las principales preocupaciones en la lucha contra el crimen organizado en Italia, y su impacto se siente en diversas áreas de la sociedad y la economía del país.