Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad (PVV), ha sido una figura polarizadora en la política de los Países Bajos durante más de dos décadas. Conocido por su retórica antiislámica y su postura firme contra la inmigración, Wilders ha navegado por un paisaje político cambiante que ha visto tanto su ascenso como su reciente caída. En las elecciones parlamentarias de octubre de 2025, el PVV sufrió una significativa pérdida de escaños, lo que plantea preguntas sobre el futuro de Wilders y su partido en un contexto político cada vez más competitivo.
La trayectoria política de Wilders comenzó en 2006, cuando fundó el PVV tras dejar el Partido Liberal. Desde entonces, ha sido un defensor vocal de políticas que muchos consideran extremas, incluyendo la prohibición del Corán y el cierre de mezquitas. Sin embargo, en los últimos años, Wilders ha moderado algunas de sus posiciones más controvertidas, aunque su enfoque en la inmigración y el islam sigue siendo central en su discurso. Su imagen ha sido comparada con la de Donald Trump, no solo por su estilo de liderazgo, sino también por su capacidad para movilizar a un electorado descontento con el establishment político.
En las elecciones de 2023, Wilders logró una victoria inesperada, convirtiendo al PVV en el partido más votado con 37 escaños. Esta victoria fue vista como un reflejo del creciente apoyo a la extrema derecha en Europa, donde partidos similares han ganado terreno en varios países. Sin embargo, la alegría de Wilders fue efímera. A pesar de ser el líder del partido más votado, no pudo formar un gobierno debido a la resistencia de otros partidos a incluirlo en una coalición. Esto llevó a una legislatura corta y a la eventual disolución del gobierno, un hecho que Wilders provocó al retirar a sus ministros de la coalición.
La reciente elección de octubre de 2025 marcó un punto de inflexión. El PVV perdió hasta once escaños, quedando empatado con el partido progresista de Rob Jetten. Este revés no solo es un golpe para Wilders, sino que también refleja un cambio en la percepción pública hacia su partido y su estilo de liderazgo. A medida que la política neerlandesa se vuelve más fragmentada, los votantes parecen estar buscando alternativas a las figuras polarizadoras como Wilders.
La pérdida de escaños del PVV puede atribuirse a varios factores. En primer lugar, la creciente preocupación por la estabilidad política y la gobernabilidad ha llevado a los votantes a optar por partidos que ofrecen soluciones más moderadas y colaborativas. Además, el contexto europeo, donde otros partidos de extrema derecha han enfrentado desafíos similares, sugiere que el apoyo a estas ideologías puede estar alcanzando su punto máximo. La islamofobia y el nacionalismo han sido temas recurrentes en la política europea, pero la fatiga de los votantes con la retórica divisiva podría estar comenzando a manifestarse en las urnas.
Wilders ha sido un político que ha sabido aprovechar el descontento social, pero su enfoque agresivo y su falta de disposición para comprometerse han limitado su capacidad para formar alianzas. A pesar de sus intentos de moderar su discurso, su imagen sigue siendo la de un líder polarizador que no ha logrado conectar con un electorado más amplio. La reciente campaña electoral estuvo marcada por amenazas a su seguridad, lo que subraya el riesgo que enfrenta como figura pública en un país que ha experimentado violencia política en el pasado.
A medida que el PVV se enfrenta a un futuro incierto, la pregunta que queda es si Wilders podrá adaptarse a un panorama político en evolución. La pérdida de escaños podría ser un indicativo de que su tiempo como figura dominante en la política neerlandesa está llegando a su fin. Sin embargo, su habilidad para capitalizar el descontento social y su experiencia en el Parlamento podrían permitirle encontrar nuevas formas de influir en la política del país.
En resumen, Geert Wilders ha sido un actor clave en la política de los Países Bajos, pero su reciente derrota electoral plantea serias dudas sobre su futuro y el del PVV. A medida que el país navega por un paisaje político cada vez más complejo, será interesante observar cómo se desarrollan los acontecimientos y si Wilders puede reinventarse una vez más para recuperar su influencia.
