La desaparición de James Nunan, un británico de 34 años, ha conmocionado a la comunidad de Las Palmas de Gran Canaria. Desde el 18 de agosto, su familia no ha tenido noticias de él, y su búsqueda ha generado una intensa atención mediática y comunitaria. James llegó a la isla en su velero, el Kehaar, con la intención de dar la vuelta al mundo, pero su travesía se detuvo abruptamente en circunstancias misteriosas.
La última vez que se vio a James fue en un pub irlandés, Paddy’s Anchor, donde pasó la noche junto a su perra Pulgarcita. Según los informes, James utilizó su tarjeta bancaria en ese establecimiento y luego se dirigió a un restaurante de kebabs en la calle Juan Rejón. Sin embargo, después de esa noche, su rastro se desvaneció. Su familia, que ha viajado desde el Reino Unido para buscar respuestas, ha expresado su angustia y desesperación. «No tenemos ninguna pista. No sabemos nada de él desde hace cuatro semanas. Nos mantenemos positivos, pero cada día que pasa es más complicado», comentó su hermana, Nikita Goddard.
### La Búsqueda de Respuestas
La familia de James ha estado activa en la búsqueda de información sobre su paradero. Han solicitado a la Guardia Civil que revisen las cámaras de seguridad de la comisaría del Puerto, donde supuestamente James fue visto el 19 de agosto para denunciar la pérdida de su documentación. Sin embargo, su hermana ha planteado dudas sobre la autenticidad de esa denuncia, sugiriendo que podría haber sido presentada por otra persona haciéndose pasar por él.
El 22 de agosto, tras cuatro días sin noticias, la familia decidió denunciar su desaparición en el Reino Unido. Tres días después, el 25 de agosto, Salvamento Marítimo localizó el velero Kehaar a unas cincuenta millas al sur de Gran Canaria, con Pulgarcita a bordo, pero sin rastro de James. La familia se pregunta cómo pudo navegar el barco sin su dueño y por qué la perra estaba en buen estado, lo que sugiere que James podría haber estado con ella hasta el 20 de agosto.
La situación se complica aún más con la falta de pruebas concretas sobre lo que ocurrió en la noche del 18 de agosto. James dejó su mochila en el kebab, que contenía un bote inflable que utilizaba para llegar a su velero. Su padre ha expresado su preocupación por cómo pudo regresar al barco sin ese equipo. «¿Cómo regresó al barco si le quitaron la mochila en la que llevaba esa lancha? ¿A nado? ¿Alguien lo llevó?», se pregunta Nikita. Además, la bolsa que contenía su pasaporte también ha desaparecido, lo que añade más misterio a su desaparición.
### Hipótesis y Teorías
La familia ha considerado varias hipótesis sobre lo que pudo haberle sucedido a James. Desde un accidente involuntario hasta un posible suceso provocado, todas las teorías están sobre la mesa. La Guardia Civil ha revelado que el GPS del velero emitió señal el 20 de agosto, lo que indica que James pudo haber estado navegando después de ser visto en la capital. Sin embargo, la falta de información clara ha dejado a la familia en un estado de incertidumbre.
La perra Pulgarcita, que fue encontrada en el velero, no mostraba signos de haber estado desnutrida, lo que plantea la pregunta de si alguien la estuvo alimentando o si James estuvo con ella hasta el momento en que se localizó el barco. La familia ha solicitado que se cotejen los dispositivos de la ciudad y que se obtenga el posicionamiento del teléfono de James para trazar sus últimos movimientos.
La situación ha llevado a la familia a reunirse con autoridades locales, incluyendo al delegado del Gobierno y mandos de la Guardia Civil, para expresar sus preocupaciones y solicitar más apoyo en la búsqueda de su ser querido. «Si alguien tiene alguna información, por favor, que la comparta; cualquier detalle, por pequeño que sea», ha implorado Nikita, quien se aferra a la esperanza de que alguien pueda arrojar luz sobre la misteriosa desaparición de su hermano.
La comunidad de Las Palmas de Gran Canaria ha mostrado su solidaridad con la familia de James, y la búsqueda continúa. La familia planea regresar a la isla para seguir buscando a ‘Jemsie’, como lo llaman cariñosamente, y esperan que la atención pública ayude a resolver este enigma que ha dejado a todos con más preguntas que respuestas.