La situación de los menores migrantes en Canarias ha generado preocupación y críticas por la falta de un plan claro para su traslado a la península. A pesar de las reuniones entre el Gobierno de Canarias y el Gobierno de España, la consejera de Bienestar Social, Candelaria Delgado, ha expresado que no existe una hoja de ruta definida para las derivaciones de estos menores, lo que ha llevado a una sensación de improvisación en la gestión de esta crisis humanitaria.
En una reciente reunión interadministrativa, se discutió el cumplimiento de la orden del Tribunal Supremo que exige al Gobierno central hacerse cargo de los menores migrantes solicitantes de asilo. Sin embargo, las respuestas del Ejecutivo estatal han sido insuficientes, limitándose a confirmar solo los traslados programados para la semana actual y las siguientes. En total, se prevé que nueve chicas sean trasladadas a la península el jueves y siete niños el domingo, lo que representa un avance mínimo en comparación con la cantidad de menores que aún permanecen en las islas.
La directora general de Protección a la Infancia y a las Familias, Sandra Rodríguez, ha denunciado que las solicitudes de traslado realizadas por el Gobierno canario no se están cumpliendo de manera efectiva. La semana pasada, se solicitó un calendario de derivaciones, pero la respuesta ha sido escasa, con solo dos grupos de 20 menores programados para ser trasladados en los próximos 15 días. Esta situación ha llevado a una creciente preocupación por el hacinamiento en los centros de acogida de Canarias, donde actualmente se encuentran más de 1,000 menores solicitantes de asilo.
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha defendido su trabajo conjunto con el Gobierno canario, destacando que 240 menores ya han sido trasladados a plazas del sistema estatal. Sin embargo, la falta de información sobre la creación de nuevas plazas para acoger a estos menores ha generado desconfianza en las autoridades canarias. Se había prometido la creación de 1,200 plazas, pero hasta el momento no se ha concretado esta medida.
La situación se complica aún más debido a que muchos de los menores que están a la espera de ser trasladados están alcanzando la mayoría de edad. Esto es motivo de preocupación para el Gobierno canario, ya que, aunque estos jóvenes seguirían siendo solicitantes de asilo, perderían la protección que tienen como menores de edad. La incertidumbre sobre su futuro ha llevado a algunos de ellos a reconsiderar su decisión de trasladarse a la península, prefiriendo quedarse en las islas y continuar con sus trámites desde allí.
**El Impacto de la Demora en los Traslados**
La demora en los traslados no solo afecta a la logística de la atención a los menores, sino que también tiene un impacto emocional significativo en ellos. Muchos de estos jóvenes han llegado a Canarias con la esperanza de encontrar un futuro mejor, pero la incertidumbre y la falta de acción han comenzado a afectar su bienestar psicológico. La directora general de Protección a la Infancia ha señalado que hay un grupo de 20 chicos en el centro Canarias 50 que están dispuestos a dar el paso hacia la península, pero que se sienten frustrados por la falta de avances en sus solicitudes.
Además, la situación ha llevado a un cambio en las dinámicas entre los menores. Algunos han decidido continuar su camino migratorio hacia otras regiones de España, mientras que otros, al ver que sus compañeros han sido trasladados, optan por quedarse en las islas. Esta falta de claridad en el proceso de traslado ha creado un ambiente de incertidumbre que afecta no solo a los menores, sino también a los trabajadores sociales y a las familias que se involucran en su cuidado.
**La Evolución de las Llegadas de Migrantes a Canarias**
En el contexto más amplio de la migración hacia Canarias, los datos recientes indican una disminución significativa en las llegadas de migrantes. Según informes del Ministerio del Interior, entre enero y agosto de este año, han llegado al archipiélago 11,883 personas, lo que representa una caída del 46.7% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta tendencia a la baja se atribuye a un mayor control en las fronteras de los países de origen de los migrantes, como Mauritania.
Sin embargo, a pesar de esta disminución, Canarias sigue siendo la principal puerta de entrada para la migración hacia España. Las autoridades han advertido que, con la llegada de septiembre y la mejora de las condiciones del mar, podría haber un repunte en las llegadas. En otras partes del país, las cifras de migrantes han disminuido en general, aunque se han registrado aumentos en las llegadas a Baleares y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
La situación de los menores migrantes en Canarias es un reflejo de los desafíos más amplios que enfrenta España en la gestión de la migración. La falta de un plan claro y la incertidumbre en los traslados son cuestiones que requieren atención urgente para garantizar el bienestar de estos jóvenes y el cumplimiento de sus derechos como solicitantes de asilo.