El mercado laboral de Canarias se enfrenta a un desafío significativo en el contexto del relevo generacional. La pirámide poblacional de las islas muestra un desequilibrio que podría tener consecuencias graves para la economía local. Según un análisis reciente, se estima que en la próxima década, por cada tres personas que se jubilan, solo habrá un joven disponible para ocupar sus puestos. Este fenómeno plantea un ‘agujero’ en el mercado laboral que podría afectar la productividad y el crecimiento económico de la región.
La situación es alarmante: se prevé que 251.800 personas de 55 años o más se retiren del mercado laboral en los próximos diez años. En contraste, solo 74.990 jóvenes alcanzarán la edad laboral y estarán disponibles para trabajar. Esto significa que, de los jubilados, solo se podrá cubrir el 30% de las vacantes, dejando un déficit de 176.810 puestos que no serán ocupados. Este desajuste no solo afecta a las empresas que buscan mano de obra, sino que también puede impactar en la calidad de vida de los residentes, ya que una economía debilitada puede llevar a una menor inversión en servicios públicos y bienestar social.
### La Migración como Solución Potencial
Ante este panorama, la migración se presenta como una posible solución para cubrir la brecha laboral. Se estima que entre 2026 y 2035, Canarias podría recibir a 238.923 migrantes. Sin embargo, no todos estos nuevos residentes estarán en condiciones de integrarse al mercado laboral. Se prevé que solo el 80% de los migrantes estarán en edad laboral y, de estos, solo el 70% buscará activamente empleo. Esto se traduce en aproximadamente 134.000 personas que podrían unirse a la fuerza laboral, lo que, sumado a los jóvenes canarios, aún no alcanzaría a cubrir las jubilaciones previstas.
Además, existe un desafío adicional: la falta de coincidencia entre las habilidades de los migrantes y las demandas del mercado laboral. Muchas empresas buscan perfiles específicos que requieren experiencia y competencias técnicas que los nuevos trabajadores pueden no poseer. Por lo tanto, es esencial que se implementen políticas activas que fomenten la formación y la homologación de títulos para facilitar la integración de estos migrantes en el mercado laboral.
Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, subraya la importancia de desarrollar políticas ambiciosas que no solo se centren en la migración, sino también en la capacitación de la fuerza laboral existente. Esto incluye la formación en competencias digitales y técnicas, así como la rápida homologación de títulos y acreditación de competencias. La discriminación por edad también es un tema crítico, ya que muchas personas mayores de 50 años enfrentan dificultades para reingresar al mercado laboral, a pesar de tener una valiosa experiencia y habilidades acumuladas a lo largo de sus carreras.
### La Necesidad de Invertir en Talento Sénior
La falta de relevo generacional no solo afecta a los jóvenes que ingresan al mercado laboral, sino que también pone en riesgo la experiencia y el conocimiento de los trabajadores más veteranos. En un contexto donde la experiencia es un activo valioso, excluir a más del 35% de la población activa por razones de edad es un error estratégico. Las empresas deben reconocer el valor que los trabajadores séniores pueden aportar y crear entornos laborales inclusivos que permitan su reintegración.
Además, la automatización y la inteligencia artificial están transformando el panorama laboral. Estas tecnologías pueden ayudar a optimizar procesos y liberar tiempo para que los trabajadores se concentren en tareas más estratégicas. Sin embargo, la implementación de estas herramientas también requiere una fuerza laboral capacitada que pueda adaptarse a los cambios. Por lo tanto, es crucial que tanto los jóvenes como los migrantes reciban la formación adecuada para aprovechar las oportunidades que surgen de la digitalización.
En resumen, el mercado laboral de Canarias se enfrenta a un reto considerable en los próximos años. La combinación de un envejecimiento de la población y la falta de jóvenes disponibles para trabajar crea un vacío que debe ser abordado con urgencia. La migración puede ser parte de la solución, pero es fundamental que se acompañe de políticas que fomenten la capacitación y la inclusión de todos los grupos de edad. Solo así se podrá garantizar un mercado laboral sostenible y dinámico que beneficie a toda la sociedad canaria.