La situación de los centros de menores en Canarias ha cobrado relevancia tras las recientes denuncias sobre presuntos abusos y malos tratos en la entidad Quórum 77. Esta organización, que gestiona varios centros de acogida para jóvenes migrantes, ha sido objeto de investigaciones por parte de las autoridades debido a las alarmantes quejas de maltrato y condiciones inadecuadas para los menores a su cargo.
### La Realidad de los Centros de Acogida
Quórum 77 se encarga de la atención de una parte significativa de los menores tutelados en el archipiélago canario, con un total de 5.484 jóvenes bajo su supervisión. Sin embargo, la saturación en estos centros ha llevado a una serie de problemas que han sido denunciados por extrabajadores y jóvenes que han pasado por sus instalaciones. Un integrador social que trabajó en la entidad ha revelado que existía un grupo denominado ‘Brigada’, compuesto por auxiliares educativos que eran llamados para manejar situaciones de conflicto entre los chicos. Este equipo, según el testimonio, no solo se encargaba de mediar, sino que también era conocido por su enfoque agresivo y poco profesional.
El extrabajador, que ha decidido permanecer en el anonimato, ha compartido su experiencia al regresar de un fin de semana libre y encontrar a un joven con la cara «desfigurada». Este tipo de incidentes ha llevado a cuestionar la idoneidad del personal contratado, que en muchos casos no cuenta con la formación adecuada para tratar con jóvenes que han vivido experiencias traumáticas. La falta de profesionales en salud mental es una de las principales críticas, ya que muchos de estos menores han sobrevivido a situaciones de abuso y violencia.
La denuncia de un grupo de jóvenes migrantes que residían en el centro La Fortaleza I, que fue clausurado, fue el detonante para que se iniciara una investigación sobre la entidad. Las quejas incluían no solo malos tratos físicos, sino también un ambiente hostil y racista, lo que ha llevado a la intervención de las autoridades y a la detención de varios empleados de Quórum 77.
### La Respuesta de las Autoridades y el Futuro de Quórum 77
La Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias ha manifestado su preocupación por la situación en los centros de menores y ha iniciado un proceso de investigación para determinar el alcance de las denuncias. La consejera Candelaria Delgado ha afirmado que la administración fue la que alertó a la Fiscalía sobre las supuestas irregularidades en Quórum 77, lo que demuestra un compromiso por parte del gobierno en abordar estos problemas.
A pesar de las acciones tomadas, la incertidumbre persiste sobre el futuro de la entidad. La consejería está a la espera de que el juez determine el alcance de las actuaciones judiciales y si se procederá a rescindir el contrato con Quórum 77. Mientras tanto, se están realizando intervenciones en varios centros para recabar documentación y esclarecer los hechos denunciados.
La situación es crítica, ya que muchos de los menores a cargo de Quórum 77 dependen de un entorno seguro y adecuado para su desarrollo. La saturación de los centros y la falta de personal cualificado han llevado a que se busquen perfiles de trabajadores que no siempre son los más adecuados para el trato con jóvenes en situaciones vulnerables. La denuncia de comportamientos machistas y homófobos por parte de algunos empleados también ha sido un punto de preocupación, ya que estos comportamientos pueden agravar aún más la situación de los menores.
La comunidad y las organizaciones de derechos humanos están atentas a la evolución de este caso, ya que la protección de los menores migrantes es una responsabilidad compartida. La falta de recursos y la presión sobre los centros de acogida son problemas que deben ser abordados de manera urgente para garantizar el bienestar de estos jóvenes que buscan una nueva oportunidad en un entorno seguro.
La situación en Quórum 77 es un reflejo de los desafíos que enfrentan los sistemas de protección de menores en situaciones de crisis. La necesidad de una intervención de calidad y de un enfoque centrado en el bienestar de los jóvenes es más urgente que nunca. Sin un cambio significativo en la gestión y en la formación del personal, es probable que se sigan repitiendo situaciones de abuso y negligencia en los centros de acogida.