La situación en un centro de atención a migrantes en Lanzarote ha generado una ola de indignación tras las recientes denuncias de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras Canarias (FSC-CCOO). Este sindicato ha hecho un llamado urgente a las autoridades competentes, incluyendo a la asociación Accem y al Gobierno, para que tomen medidas frente a las graves irregularidades que se han reportado en el recinto. Las quejas se centran en el comportamiento de algunos miembros del equipo de seguridad privada, quienes, según el sindicato, han estado involucrados en actos de violencia y humillación hacia los migrantes que se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema.
Las denuncias incluyen el uso excesivo de la fuerza física contra los usuarios del centro, así como la realización de cacheos indiscriminados y la reproducción del himno franquista ‘Cara al sol’ a través de los sistemas de comunicación internos. Estas acciones han sido calificadas como inaceptables, especialmente considerando que se dirigen a personas que ya enfrentan dificultades significativas en su vida. La organización sindical ha subrayado que tales prácticas serían inconcebibles si se dirigieran a la población española, lo que agrava aún más la situación de los migrantes.
Además de las agresiones físicas, el sindicato ha informado sobre el hostigamiento que ha sufrido el personal de Accem. Este equipo ha sido objeto de amenazas verbales y actos de intimidación por parte de algunos miembros de seguridad, lo que ha creado un ambiente laboral insostenible. La salud mental de quienes trabajan en el centro está en riesgo, y la falta de respuesta por parte de la dirección del centro y de la empresa de seguridad ha exacerbado la situación. A pesar de que los trabajadores han reportado las incidencias y han identificado a los responsables, no se han tomado medidas efectivas para abordar el problema.
FSC-CCOO ha destacado que no se trata de una acusación generalizada contra todo el personal de seguridad, ya que muchos cumplen con sus funciones de manera profesional. Sin embargo, un pequeño grupo ha sido señalado por su comportamiento conflictivo y por emitir comentarios xenófobos en el entorno laboral. Esta situación ha ido en aumento en los últimos meses, con un incremento notable de los incidentes y una creciente sensación de impunidad entre los responsables de la seguridad.
En junio, el sindicato ya había enviado una comunicación formal a la dirección de Accem y al Ministerio, expresando su preocupación por la situación, pero no se recibió respuesta. La tensión en el centro ha aumentado, especialmente tras una reciente campaña mediática que ha estigmatizado a los migrantes, lo que ha llevado a una concentración convocada por un partido político en frente de las instalaciones. Esta campaña no solo ha afectado a los migrantes, sino también al personal que trabaja en el centro, quienes se sienten amenazados y señalados.
Ante estos hechos, Comisiones Obreras ha exigido la implementación de medidas inmediatas para abordar la situación. Esto incluye la sanción de los miembros del personal de seguridad involucrados en agresiones y discursos de odio, así como la necesidad de programas de formación y sensibilización en derechos humanos y trato a personas migrantes para todo el personal de seguridad. Además, se ha solicitado una investigación independiente sobre los hechos denunciados y un cambio urgente en la gestión del dispositivo de seguridad.
El respeto a los derechos humanos es un principio fundamental que no debe ser negociable. Ningún centro de atención debería convertirse en un espacio de violencia institucional ni de impunidad. La situación en Lanzarote es un claro recordatorio de la importancia de garantizar un trato digno y respetuoso hacia todas las personas, independientemente de su origen o situación migratoria. La comunidad y las autoridades deben trabajar juntas para asegurar que se respeten los derechos de los migrantes y se erradiquen las prácticas abusivas que atentan contra su dignidad.