Un tribunal federal en Nueva York ha dictado una sentencia que anula la mayoría de los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump, argumentando que excedió su autoridad. Esta decisión se produce en un contexto de creciente tensión comercial y ha sido recibida con entusiasmo por los mercados, que han visto una revalorización del dólar frente a otras monedas como el euro y el yen.
La corte, compuesta por tres jueces del Tribunal Estadounidense de Comercio Internacional, determinó que Trump no tenía la autoridad legal para imponer los aranceles, que incluían un gravamen global del 10% y otros más altos dirigidos a países como Canadá, México y China. La administración de Trump había justificado estas medidas bajo la premisa de que el déficit comercial representaba una «emergencia nacional», un argumento que los jueces rechazaron de manera unánime. En su fallo, afirmaron que las órdenes de aranceles globales y en represalia superan cualquier autoridad otorgada al presidente por la Ley de Poderes Económicos en caso de Emergencia Internacional de 1977 (IEEPA).
Los jueces subrayaron que su decisión no se basaba en la efectividad de la estrategia de Trump, sino en la legalidad de sus acciones. La sentencia establece que el uso de aranceles como herramienta de presión y negociación no está permitido por la ley federal. Esta anulación representa un golpe significativo para la administración de Trump, que ha enfrentado múltiples desafíos legales desde su regreso al Despacho Oval.
La administración ha anunciado su intención de apelar la decisión, lo que podría llevar el caso a un tribunal federal de apelaciones en Washington D.C. y potencialmente al Tribunal Supremo, donde Trump cuenta con una supermayoría conservadora. La batalla legal en torno a los aranceles ha visto al menos siete casos presentados, incluyendo uno por parte de 12 estados gobernados por demócratas, que han argumentado que la sentencia reafirma la importancia de las leyes.
El impacto de esta decisión se extiende más allá de la política interna de EE.UU. y podría tener repercusiones en las negociaciones comerciales internacionales. Los aranceles han sido utilizados por Trump como una herramienta de negociación en sus tratos con otros países, y su anulación podría complicar los esfuerzos para alcanzar acuerdos comerciales, como el marco con el Reino Unido y la tregua con China.
La reacción de los asesores de Trump ha sido de descontento, con figuras como Stephen Miller criticando la independencia judicial y cuestionando la autoridad de los tribunales para frenar las acciones del presidente. En un mensaje en la red social X, Miller se refirió a la decisión como un «golpe judicial» y expresó su preocupación por el impacto que podría tener en la política comercial del país.
La administración Trump ha estado utilizando los aranceles como un medio para presionar a otros países a cambiar sus políticas comerciales y abordar cuestiones como el tráfico de inmigrantes y la producción de fentanilo. Sin embargo, la corte ha dejado claro que la legalidad de estas acciones está en duda, lo que plantea interrogantes sobre el futuro de la política comercial de EE.UU. y su enfoque hacia las relaciones internacionales.
A medida que el gobierno se prepara para apelar, la atención se centrará en cómo esta decisión afectará las negociaciones comerciales en curso y si Trump podrá recuperar la autoridad para imponer aranceles en el futuro. La situación es un recordatorio de que, aunque el poder ejecutivo tiene un papel significativo en la política económica, existen límites legales que deben ser respetados. La sentencia también pone de relieve la importancia del sistema judicial en la supervisión de las acciones del gobierno y la protección de las leyes establecidas.
En este contexto, los pequeños negocios afectados por los aranceles han expresado su satisfacción con la decisión judicial, ya que podría obligar al gobierno a devolver los importes de aranceles ya cobrados. La corte ha dado un plazo de diez días al ejecutivo para poner fin a los aranceles, lo que añade presión sobre la administración para actuar rápidamente en respuesta a la sentencia.
La anulación de los aranceles impuestos por Trump es un desarrollo significativo en la política comercial de EE.UU., y su impacto se sentirá tanto a nivel nacional como internacional. A medida que el caso avanza por el sistema judicial, será crucial observar cómo se desarrollan las negociaciones comerciales y qué estrategias adoptará la administración para abordar los desafíos legales y económicos que enfrenta.