El reciente foro ‘Islas con futuro’, organizado por CANARIAS7, ha puesto de manifiesto la creciente preocupación por el impacto del turismo en las islas de Lanzarote y Fuerteventura. Con la participación de los presidentes de los cabildos de ambas islas, se abordó el controvertido tema de la ecotasa, un impuesto que busca gravar la pernoctación en alojamientos turísticos. Este debate no solo se centra en la recaudación económica, sino también en cómo el turismo puede contribuir al bienestar social y ambiental de las islas.
### La Ecotasa: Un Impuesto Controversial
La ecotasa ha sido un tema recurrente en la agenda política y social de Canarias. Durante el foro, Oswaldo Betancort, presidente del Cabildo de Lanzarote, expresó su desacuerdo con la implementación de este impuesto tal como se plantea actualmente. Betancort argumentó que, aunque es fundamental que los turistas contribuyan a la calidad de vida de la isla, la ecotasa podría ser una solución a corto plazo que no aborda los problemas estructurales del turismo en la región. «La ecotasa como está planteada es pan para hoy y hambre para mañana», afirmó, sugiriendo que se necesita un enfoque más sostenible y a largo plazo.
Por su parte, Lola García, presidenta del Cabildo de Fuerteventura, también se mostró crítica con la idea de la ecotasa, aunque con un enfoque diferente. García enfatizó la necesidad de que el turismo genere un retorno social significativo y que no comprometa el territorio. «No podemos seguir consumiendo suelo ni cometer los mismos errores», declaró, subrayando la importancia de preservar el entorno natural y cultural de las islas. La presidenta abogó por un modelo turístico que respete el modo de vida local y que fomente el consumo de productos locales, lo que podría beneficiar tanto a los residentes como a los visitantes.
### Retorno Social y Sostenibilidad en el Turismo
El debate sobre la ecotasa se entrelaza con la necesidad de un modelo turístico que priorice el retorno social. Ambos líderes coincidieron en que el turismo debe ser una fuente de ingresos, pero también una herramienta para mejorar la calidad de vida de los residentes. En este sentido, García mencionó ejemplos concretos, como la recaudación de la torre del Tostón en El Cotillo, que se destina a la rehabilitación de la zona para beneficio de los residentes y visitantes. Este tipo de iniciativas podrían ser un modelo a seguir para garantizar que el turismo no solo sea rentable, sino también responsable.
La idea de que los turistas deben contribuir a la calidad de vida de las islas es un punto central en este debate. Betancort propuso un modelo de «menos es más», donde la gestión del destino se convierta en un valor añadido. Esto implica que la oferta turística no se limite a vender camas, sino que se enfoque en ofrecer experiencias auténticas que respeten y valoren la cultura local. La clave está en encontrar un equilibrio entre la atracción de turistas y la preservación del entorno y la comunidad.
Además, el fenómeno migratorio y la crisis de vivienda en Canarias también fueron temas destacados en el foro. La falta de vivienda asequible se ha convertido en un obstáculo para la retención de profesionales esenciales, como médicos y profesores, lo que podría afectar gravemente a la calidad de vida en las islas. La interconexión entre el turismo, la vivienda y el bienestar social es un aspecto que requiere atención urgente por parte de las autoridades locales.
El foro ‘Islas con futuro’ ha abierto un espacio de diálogo necesario sobre cómo las islas pueden avanzar hacia un modelo turístico más sostenible y equitativo. La participación activa de los cabildos y la sociedad civil es crucial para desarrollar políticas que no solo beneficien a la economía, sino que también protejan el patrimonio cultural y natural de Canarias. La búsqueda de un turismo que respete y enriquezca la vida de los residentes es un desafío que, si se aborda adecuadamente, podría transformar la realidad de las islas en el futuro.