La crisis migratoria en Canarias ha alcanzado niveles alarmantes, con un aumento significativo en el número de llegadas de migrantes a las islas. En los últimos días, se han registrado múltiples rescates en el mar, destacando la llegada de un cayuco a El Hierro con 175 personas a bordo, entre las cuales se encontraban 9 bebés de menos de un año. Esta situación pone de manifiesto la desesperación de aquellos que arriesgan sus vidas en busca de un futuro mejor, huyendo de la violencia y la pobreza en sus países de origen.
### Aumento de las Llegadas y Rescates en el Mar
Canarias se ha convertido en un destino habitual para migrantes provenientes de África subsahariana y Marruecos. La ruta canaria, conocida por ser una de las más peligrosas del mundo, ha visto un repunte en las llegadas en las últimas semanas. En un periodo de 48 horas, tres embarcaciones desembarcaron a más de 200 migrantes en diferentes islas, lo que indica un incremento preocupante en la actividad migratoria.
El 19 de octubre, la Salvamar Izar realizó un rescate de 58 personas a bordo de una neumática a 7 millas de Fuerteventura. Entre los rescatados se encontraban 14 mujeres y un menor, quienes fueron trasladados al puerto de Gran Tarajal. Este tipo de rescates se ha vuelto común, pero también refleja la creciente necesidad de una respuesta coordinada y efectiva por parte de las autoridades.
El 16 de octubre, se reportó una nueva tragedia en la ruta canaria, elevando a 400 el número de muertes en lo que va del año. Este aumento de muertes es un recordatorio sombrío de los riesgos que enfrentan los migrantes. En un incidente reciente, cinco migrantes desaparecieron en el mar mientras intentaban llegar a nado a un buque mercante tras el hundimiento de su embarcación. La búsqueda de estos desaparecidos continúa, pero hasta el momento no se han encontrado.
### Desafíos en la Atención a Menores Migrantes
Uno de los aspectos más críticos de la crisis migratoria en Canarias es la situación de los menores no acompañados. La presión sobre el sistema de atención a estos jóvenes ha llevado a un estado de hartazgo en el Ejecutivo canario. Las autoridades han expresado su preocupación por el ritmo lento de los traslados de menores asilados a la Península, sugiriendo que, a este ritmo, podría llevar más de un año completar el proceso.
Hasta ahora, solo 182 menores con protección internacional han sido trasladados, lo que ha generado críticas hacia la administración central por la falta de recursos y la lentitud en la reubicación de estos jóvenes. La situación se complica aún más con la acusación de que el Estado ha alterado las cifras relacionadas con estos traslados, lo que ha llevado a un clima de desconfianza entre las autoridades canarias y el gobierno central.
El 10 de octubre, se anunció que el Estado entregaría 5 millones de euros adicionales para la atención a los menores migrantes, una medida que, aunque bienvenida, puede no ser suficiente para abordar la magnitud del problema. La falta de infraestructura adecuada y el número creciente de llegadas han puesto a prueba la capacidad de respuesta de las instituciones locales.
### La Ruta Canaria: Un Contexto de Desesperación
La ruta canaria es considerada una de las más mortales del mundo. A pesar de la disminución de llegadas desde Mauritania en los primeros nueve meses del año, que se redujo en un 52%, esto no significa que la situación haya mejorado. Expertos advierten que esta disminución puede estar relacionada con políticas de externalización de fronteras que perpetúan la violencia en los países de origen de los migrantes.
Organizaciones internacionales han denunciado abusos en los controles migratorios, financiados con fondos europeos, lo que plantea serias preocupaciones sobre la ética de estas políticas. La cooperación internacional, que debería ser un medio para mejorar las condiciones de vida en los países de origen, a menudo se convierte en una herramienta para reforzar las fronteras y limitar el acceso a la migración segura.
La crisis migratoria en Canarias no solo es un problema local, sino que refleja una crisis global de migración que requiere una respuesta coordinada y compasiva. La comunidad internacional debe unirse para abordar las causas profundas de la migración y garantizar que se respeten los derechos de los migrantes, especialmente de los más vulnerables, como los menores no acompañados. La situación actual exige un compromiso renovado para encontrar soluciones sostenibles que protejan la vida y la dignidad de todos los migrantes que buscan un futuro mejor.