La situación de los servicios de emergencias en Canarias ha alcanzado un punto crítico, con la declaración de una huelga indefinida por parte de los trabajadores de Gestión de Servicios para la Salud y Seguridad en Canarias (GSC). Esta decisión, que comenzó a las 12 de la noche del 24 de agosto de 2025, surge como respuesta a la propuesta del Gobierno canario de dividir la gestión de estos servicios esenciales, lo que ha generado un amplio descontento entre los empleados y los sindicatos.
Los trabajadores de diversas unidades, incluyendo el Servicio de Urgencias Canario (SUC) y el CECOES 112, se han unido en esta protesta para expresar su rechazo a lo que consideran una amenaza a un modelo de atención que ha sido altamente valorado durante más de tres décadas. La huelga, que cuenta con servicios mínimos del 100%, coincide con una reunión programada entre los sindicatos y los consejeros de Sanidad y Política Territorial, donde se espera que el Gobierno explique sus planes y escuche las preocupaciones de los trabajadores.
### La Propuesta de División y sus Implicaciones
La propuesta del Gobierno de Canarias de dividir GSC ha suscitado una serie de inquietudes entre los trabajadores. Según los representantes sindicales, esta medida podría llevar a la fragmentación de los servicios de emergencias, afectando negativamente la coordinación y la calidad de la atención. Actualmente, todos los directores y personal del CECOES 112 y del SUC pertenecen a GSC, lo que permite una gestión integrada y eficiente. Sin embargo, con la división, el personal de emergencias se trasladaría a otra empresa pública, Gesplan, lo que podría resultar en una falta de cohesión en la gestión de emergencias.
Andrés Carlos Hernández, presidente del comité de empresa de GSC en Las Palmas, ha expresado su preocupación por la posible pérdida de calidad en la atención de emergencias. «La coordinación sería bastante peor», advierte, señalando que las directrices de dos empresas diferentes podrían generar confusión y retrasos en la respuesta a emergencias. Esta situación podría poner en riesgo la seguridad de la ciudadanía, que depende de una respuesta rápida y eficaz en situaciones críticas.
Los sindicatos han denunciado que la decisión de dividir GSC se ha tomado sin consenso ni negociación con los 300 trabajadores afectados. Además, temen que esta medida no solo afecte la calidad del servicio, sino que también ponga en peligro los derechos laborales adquiridos durante años de trabajo. La falta de comunicación y transparencia por parte del Gobierno ha intensificado el malestar entre los empleados, quienes sienten que sus voces no están siendo escuchadas.
### Reuniones y Posibles Soluciones
A pesar de la huelga, hay indicios de que el Gobierno de Canarias está dispuesto a dialogar. Recientemente, el nuevo director del Servicio Canario de Salud, Adasat Goya, se reunió con representantes de los trabajadores en ambas provincias, lo que sugiere que podría haber un camino hacia la negociación. Sin embargo, los sindicatos han dejado claro que no se detendrán en su protesta hasta que se garantice la integridad de los servicios de emergencias y se respeten los derechos laborales de los trabajadores.
La Consejería de Sanidad está revisando la situación de GSC y ha indicado que está abierta a considerar las preocupaciones de los trabajadores. Sin embargo, los sindicatos exigen respuestas claras y un compromiso firme para mantener un modelo de atención integral que ha demostrado ser efectivo a lo largo de los años. La incertidumbre sobre el futuro de los servicios de emergencias en Canarias sigue siendo una fuente de tensión, y los trabajadores están decididos a luchar por lo que consideran un derecho fundamental: la seguridad y la calidad en la atención de emergencias.
La situación actual pone de manifiesto la importancia de la gestión integrada en los servicios de emergencias y la necesidad de un diálogo constructivo entre el Gobierno y los trabajadores. La huelga indefinida es un llamado de atención sobre la necesidad de priorizar la salud y la seguridad de la ciudadanía, así como el bienestar de aquellos que dedican su vida a protegerla. La respuesta del Gobierno en los próximos días será crucial para determinar el rumbo de esta crisis y el futuro de los servicios de emergencias en Canarias.