La Autoridad Portuaria de Las Palmas se encuentra en el ojo del huracán tras las recientes denuncias de cinco ex directivos que han expresado su preocupación por la gestión actual de la institución. Estos ex trabajadores, que han ocupado puestos de alta responsabilidad durante más de 25 años, han presentado un escrito conjunto en el que critican la falta de acción de la presidenta Beatriz Calzada ante situaciones de acoso laboral y mala praxis en la gestión de Recursos Humanos. La situación ha llevado a la apertura de varios procedimientos judiciales y a la emisión de sentencias indemnizatorias por acoso, lo que ha generado un clima de incertidumbre y desconfianza en la institución.
La carta de los cinco ex directivos, Armando Bordes, Salvador Capella, Esteban del Nero, José Fernández y Juan Francisco Martín, destaca la gravedad de la situación actual en la Autoridad Portuaria. En su escrito, enfatizan que la presidenta Calzada ha mostrado una pasividad alarmante frente a las evidencias de acoso y desviación de poder que han sido denunciadas en múltiples ocasiones. A pesar de las quejas del comité de empresa y de los sindicatos, la presidenta parece ignorar las preocupaciones de sus empleados, lo que ha llevado a los firmantes a cuestionar su compromiso con la legalidad y la ética pública.
Los ex directivos también han señalado que la estructura organizativa de la Autoridad Portuaria ha sido desmantelada, lo que ha resultado en la falta de cobertura en áreas estratégicas como Explotación, Dominio Público y Comercial. Esta situación se ha visto agravada por la marcha de Guillermo Quintana, lo que ha dejado vacíos importantes en la gestión del puerto. Además, han denunciado la falta de transparencia en los procesos de selección de personal, sugiriendo que algunas contrataciones han estado influenciadas por vínculos políticos, lo que podría comprometer la integridad de la institución.
### Denuncias de Acoso y Falta de Transparencia
El escrito de los ex directivos no solo se limita a criticar la gestión de Calzada, sino que también pone de manifiesto la falta de transparencia institucional en la Autoridad Portuaria. A pesar de las solicitudes de información sobre altos cargos y sus retribuciones, la institución ha mantenido una postura de opacidad, desobedeciendo los principios establecidos por la Ley 19/2013 de Transparencia. Esta falta de claridad ha alimentado la desconfianza entre los trabajadores y ha contribuido a un ambiente laboral tóxico.
Los ex directivos han expresado su preocupación por las represalias que enfrentan aquellos que se atreven a denunciar irregularidades o casos de corrupción dentro de la Autoridad Portuaria. Este clima de miedo y silencio es incompatible con los valores del servicio público y ha llevado a muchos empleados a sentirse desprotegidos. La carta enfatiza que permitir que quienes han vulnerado la normativa continúen en posiciones de poder es inaceptable y contradice los principios de ética pública.
La situación se complica aún más con la reciente denuncia de una extrabajadora que fue víctima de acoso laboral, quien también ha exigido a Calzada que tome medidas y abra un expediente disciplinario contra la jefa de Recursos Humanos, Carmen Gloria Rodríguez. A pesar de que existe una sentencia firme que respalda sus acusaciones, Rodríguez sigue al frente de su área, lo que ha generado un profundo malestar entre los empleados.
### Reacciones de los Sindicatos y la Comunidad
La situación en la Autoridad Portuaria ha llamado la atención de los sindicatos, que han expresado su enérgica denuncia ante la gestión de Calzada. El sindicato CSIF ha criticado la falta de sensibilidad de la presidenta hacia los problemas existentes, señalando que su inacción ha convertido la gestión de los recursos humanos en un auténtico despropósito. Los sindicatos han instado a la presidenta a tomar medidas inmediatas para abordar los incumplimientos del convenio colectivo y las prácticas contrarias a los principios de igualdad y mérito.
La comunidad portuaria y los ciudadanos de Las Palmas están a la expectativa de cómo se desarrollará esta situación. La Autoridad Portuaria, que debería ser un referente de desarrollo y transparencia, se enfrenta a un desafío significativo para recuperar la confianza de sus empleados y de la sociedad en general. Los ex directivos han manifestado su deseo de que la institución retome el camino de la convivencia y el trabajo bien hecho, enfatizando que es fundamental devolver al puerto su papel como motor de desarrollo y beneficio para toda la sociedad.
La crisis en la Autoridad Portuaria de Las Palmas es un claro ejemplo de cómo la falta de liderazgo y la opacidad pueden afectar no solo a los empleados, sino también a la comunidad en general. La presión sobre la presidenta Calzada para que actúe y tome medidas correctivas es cada vez mayor, y el futuro de la institución dependerá de su capacidad para abordar estas preocupaciones de manera efectiva.
