La reciente decisión del presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, de suspender el pleno programado para discutir una moción del Partido Popular (PP) ha desatado un intenso debate político en la isla. La moción en cuestión buscaba declarar persona non grata al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, pero fue retirada del orden del día tras un informe jurídico que cuestionaba la legalidad de dicha acción. Este artículo examina los detalles de la situación y las implicaciones que tiene para la política local.
La suspensión del pleno se produjo el 25 de julio de 2025, cuando la junta de portavoces, compuesta por miembros de Coalición Canaria (CC), el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el grupo mixto, decidió no tramitar la moción del PP. La razón principal fue la consideración de que el Cabildo no tiene competencias legales para declarar a un presidente del Gobierno persona non grata. Según el informe del secretario de la Corporación, esta acción podría vulnerar principios básicos de legalidad administrativa y respeto institucional.
El PP, que se opuso a la decisión, argumentó que la retirada de la moción podría constituir una infracción grave conforme al artículo 542 del Código Penal, que regula las penas para los cargos públicos que impiden el ejercicio de derechos reconocidos por la Constitución. En respuesta a esta situación, el partido anunció su intención de recurrir la decisión y explorar todas las vías administrativas, judiciales e incluso penales para que se incluyera la moción en el pleno.
### La postura del Partido Popular y sus implicaciones legales
El Partido Popular ha manifestado su descontento con la decisión de Betancort, insistiendo en que la moción debería haber sido debatida, independientemente del resultado que pudiera haber tenido. En un comunicado, el PP subrayó que la retirada de la moción podría acarrear consecuencias legales para el presidente del Cabildo, incluyendo la posibilidad de una pena de inhabilitación especial por impedir el ejercicio de derechos cívicos.
La situación ha generado un clima de tensión en la política local, donde el PP ha solicitado la celebración de una junta de portavoces previa al pleno, una petición que finalmente fue desestimada por Betancort. Esta decisión ha llevado a los populares a acusar al PSOE de amordazar el debate político, lo que podría tener repercusiones en la percepción pública de ambos partidos en Lanzarote.
El hecho de que la moción no se haya debatido ha llevado a muchos a cuestionar la transparencia y la apertura del Cabildo hacia las inquietudes de la ciudadanía. La política local en Lanzarote se ha caracterizado por ser un terreno fértil para la controversia, y este episodio no es la excepción. Las tensiones entre los diferentes partidos políticos han sido evidentes, y la decisión de no tramitar la moción ha sido interpretada por algunos como un intento de silenciar la voz de la oposición.
### Reacciones y el futuro político en Lanzarote
Las reacciones a la suspensión del pleno han sido variadas. Mientras que algunos ciudadanos apoyan la decisión de Betancort, argumentando que la moción carecía de fundamento legal, otros consideran que se ha perdido una oportunidad para debatir temas importantes que afectan a la isla. La política en Lanzarote ha estado marcada por la polarización, y este incidente ha exacerbado aún más las divisiones entre los partidos.
El PP, por su parte, ha prometido seguir luchando por lo que consideran un derecho fundamental: el derecho a debatir y expresar opiniones en el ámbito político. La insistencia del partido en llevar la moción a debate refleja una estrategia más amplia para movilizar a sus bases y ganar apoyo en un contexto donde la opinión pública puede ser decisiva en las próximas elecciones.
La situación también ha puesto de relieve la importancia de la legalidad en la política local. La interpretación de las competencias del Cabildo y la capacidad de los partidos para presentar mociones de este tipo son temas que seguramente seguirán siendo objeto de debate en el futuro. A medida que se desarrollen los acontecimientos, será crucial observar cómo responden los diferentes actores políticos y cómo esto afectará la dinámica del poder en Lanzarote.
En resumen, la suspensión del pleno por parte de Oswaldo Betancort ha desatado un torbellino de reacciones y ha puesto en el centro del debate la legalidad y la transparencia en la política local. La controversia en torno a la moción del PP contra Pedro Sánchez no solo refleja las tensiones actuales en Lanzarote, sino que también plantea preguntas sobre el futuro político de la isla y el papel que jugarán los diferentes partidos en la configuración de su destino.