La reciente orden del Gobierno de Canarias para combatir la plaga de filoxera ha generado un fuerte desacuerdo entre los viticultores de las islas. Desde la publicación de esta normativa en el Boletín Oficial de Canarias, los viticultores han decidido recurrir al Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) y presentar una denuncia ante el Tribunal de la Competencia en Bruselas. Esta decisión fue tomada por unanimidad por 53 bodegueros de la patronal de Viticultores y Bodegueros de Canarias (Avibo), quienes consideran que las medidas impuestas son injustas y desproporcionadas.
La orden establece restricciones severas para el transporte de uva fresca y material vegetal de vid entre islas y comarcas, lo que ha sido calificado como un «disparate» por los viticultores. Argumentan que mientras ellos enfrentan estas restricciones, continúan llegando desde la península cientos de miles de kilos de uva sin ningún control. Esta situación ha llevado a los viticultores a cuestionar la efectividad de las medidas adoptadas por la Consejería de Agricultura del Gobierno regional.
### Medidas de Contención y Reacciones del Sector
La orden publicada en el BOC establece que los titulares de las fincas deben mantener sus cultivos en buen estado fitosanitario y permitir el acceso a sus parcelas al personal de la Consejería para llevar a cabo las medidas fitosanitarias necesarias. Además, los propietarios que detecten la presencia de la plaga están obligados a comunicarlo a los servicios de sanidad vegetal de su provincia. Las sanciones por el incumplimiento de estas medidas pueden oscilar entre 300 y 3 millones de euros, dependiendo de la gravedad de la infracción.
Juan Jesús Méndez, presidente de Avibo y de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Islas Canarias, ha expresado su preocupación por la falta de experiencia de los funcionarios que emiten estas órdenes. Según él, muchos de estos funcionarios nunca han trabajado en el campo y no comprenden las realidades del sector vitivinícola. Méndez propone que se realice un monitoreo continuo de las fincas y que, en caso de detectar nuevos focos de filoxera, se actúe rápidamente, pero que se permita a las zonas libres de la plaga continuar con su actividad normal.
La situación ha generado un debate intenso dentro del sector. Mientras que algunos viticultores se oponen a las medidas, otros han mostrado su apoyo al Gobierno en su intento de controlar la plaga. Los Consejos Reguladores de vinos de las islas, que representan cerca del 90% de la producción, han respaldado públicamente las acciones del Gobierno, argumentando que son necesarias para proteger la industria vitivinícola de Canarias.
### Propuestas para el Futuro
En una reunión reciente, Asaga Canarias propuso realizar análisis de ADN de la filoxera detectada en Tenerife para determinar su origen. Esta medida podría ayudar a identificar si se trata de un foco nuevo y alarmante o si, por el contrario, es un foco antiguo que no debería causar mayores preocupaciones. Theo Hernando, secretario general de Asaga en Canarias, ha señalado que si el ADN coincide con el de la filoxera presente en otras partes de España, se podría afirmar que se trata de un foco reciente que requiere atención urgente.
La Consejería de Agricultura, por su parte, ha respondido positivamente a esta propuesta, indicando que se implementará en una segunda fase, una vez que se hayan establecido las medidas de contención necesarias. Además, se ha lanzado un mapa de acceso público que muestra en tiempo real las zonas de actuación para el control y erradicación de la filoxera en las islas, lo que permitirá a los viticultores y al público en general seguir la evolución de la situación.
La lucha contra la filoxera en Canarias es un tema de gran relevancia para el sector vitivinícola, que enfrenta desafíos significativos. La colaboración entre los viticultores, las autoridades y los expertos es crucial para encontrar soluciones efectivas que protejan tanto la producción local como la salud de los cultivos. A medida que avanza la situación, será fundamental seguir de cerca las decisiones que se tomen y su impacto en la industria vitivinícola de las islas.