La reciente comparecencia del ministro Ángel Víctor Torres en el Parlamento canario ha dejado un rastro de interrogantes y contradicciones tras la publicación del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Este documento, que abarca más de 300 folios, ha revelado detalles que contrastan con las declaraciones previas de Torres, generando un ambiente de incertidumbre en torno a su gestión durante la pandemia.
Uno de los puntos más controvertidos del informe es la supuesta cena que Torres mantuvo en Madrid con el empresario Víctor de Aldama, un encuentro que el ministro ha negado en varias ocasiones. Sin embargo, los mensajes intercambiados entre De Aldama y Torres sugieren que la relación entre ambos podría haber sido más cercana de lo que el ministro ha admitido. Aunque Torres sostiene que no se reunió formalmente con Aldama, ha dejado la puerta abierta a la posibilidad de que existan imágenes que los muestren juntos, lo que añade una capa de complejidad a su narrativa.
El papel de Ana María Pérez, exdirectora de Recursos Económicos del Servicio Canario de Salud, también ha sido objeto de escrutinio. En el informe de la UCO, se menciona que Torres tuvo interacciones con ella en relación a los contratos con Soluciones de Gestión, una empresa que ha estado en el centro de la controversia por la calidad de las mascarillas suministradas. A pesar de que Torres afirmó en el Parlamento no haber tenido relación con Pérez, los mensajes revelan que sí hubo comunicación entre ellos, lo que ha llevado a su entorno a argumentar que pudo tratarse de una reunión telemática.
La situación se complica aún más con la aparición de errores en el informe de la UCO. Uno de los más destacados es la confusión en la atribución de un mensaje a Teresa Mayans, subdelegada del Gobierno en Canarias, que en realidad no fue enviado por ella. Este tipo de errores no solo socavan la credibilidad del informe, sino que también alimentan las dudas sobre la veracidad de las afirmaciones de Torres y su equipo.
### La Gestión de Contratos Sanitarios Durante la Pandemia
La gestión de los contratos sanitarios durante la crisis del COVID-19 ha sido un tema candente en Canarias. La UCO ha señalado irregularidades en varios contratos, incluyendo aquellos con Soluciones de Gestión y Eurofins Megalab. En el caso de Soluciones de Gestión, se han planteado serias dudas sobre los pagos realizados sin garantías adecuadas, lo que ha llevado a cuestionar la transparencia y la eficacia de la gestión de recursos públicos en un momento crítico.
Alberto Pazos, quien ocupó brevemente el cargo de director del Servicio Canario de Salud, ha expresado su descontento con la manera en que se gestionaron algunos de estos contratos. Las advertencias sobre los precios elevados de las mascarillas y la falta de stock adecuado fueron ignoradas, lo que resultó en la pérdida de millones de euros en un contexto de emergencia sanitaria. La intervención de Torres en este asunto, motivada por la presión de Koldo García, ha sido vista como un intento de controlar la situación, pero también ha suscitado críticas sobre su capacidad de liderazgo.
La relación entre Torres y Eurofins Megalab también ha sido objeto de investigación. Ignacio Díaz, representante de la empresa, se reunió con el presidente en un momento en que el Gobierno estaba buscando soluciones para la crisis sanitaria. Sin embargo, la falta de memoria sobre este encuentro por parte de Torres y su equipo ha generado más dudas sobre la transparencia de las negociaciones. Los mensajes intercambiados entre David Delgado, asesor de Presidencia, e Ignacio Díaz revelan un nivel de coordinación que contradice la narrativa de desconocimiento por parte del ministro.
La situación se vuelve aún más complicada con la destitución de Conrado Domínguez, quien asumió la dirección del Servicio Canario de Salud en un momento crítico. Su papel en la gestión de contratos ha sido cuestionado, y su destitución fue impulsada por Torres tras la aparición de irregularidades en los contratos con RR7. Este tipo de decisiones, aunque necesarias, han dejado a muchos preguntándose si la gestión de la crisis sanitaria ha sido realmente efectiva o si ha estado marcada por la improvisación y la falta de control.
La serie de contradicciones y errores en el informe de la UCO, junto con la gestión de contratos durante la pandemia, han puesto a Torres en una posición delicada. A medida que se desarrollan las investigaciones y se revelan más detalles, la presión sobre el ministro para aclarar su papel y el de su equipo en estos asuntos solo aumentará. La transparencia y la rendición de cuentas son más necesarias que nunca en un momento en que la confianza pública en las instituciones está en juego.
