La hostelería en Canarias se encuentra en el centro de un intenso conflicto sindical que ha cobrado fuerza en las últimas semanas. La disputa, que gira en torno a la propuesta de Comisiones Obreras (CC OO) de establecer un convenio regional para el sector, ha desatado una serie de huelgas y movilizaciones que reflejan no solo la lucha por mejores condiciones laborales, sino también una batalla por el liderazgo sindical en un sector clave para la economía de las islas.
### La Lucha por el Liderazgo Sindical
Desde hace años, el sindicato CC OO había dominado el panorama sindical en la hostelería canaria, especialmente hasta 2016, cuando Manuel Fitas, un sindicalista de larga trayectoria, dejó la organización en medio de controversias. Su salida marcó un punto de inflexión, ya que Fitas fundó el sindicato Sindicalistas de Base, que ha ido ganando terreno en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Actualmente, este sindicato cuenta con cerca de 800 delegados, lo que le otorga un poder significativo en las negociaciones laborales.
Fitas ha establecido una relación cercana con Jorge Marichal, presidente de Ashotel, lo que le permite negociar directamente con la patronal y, en muchas ocasiones, dejar a CC OO y UGT fuera de las discusiones iniciales. Esta dinámica ha generado tensiones, ya que los otros sindicatos se ven obligados a reaccionar a decisiones ya tomadas, lo que limita su capacidad de influencia.
En la provincia de Las Palmas, la situación es diferente. Aquí, CC OO y UGT comparten el poder sindical, aunque con una ligera ventaja para CC OO, que cuenta con aproximadamente 60 delegados más que su competidor. Esta división de poder ha llevado a la patronal a tener que negociar con ambas fuerzas, lo que complica aún más el panorama sindical en el sector.
### La Propuesta de Convenio Regional
La propuesta de un convenio regional por parte de CC OO ha sido vista como una estrategia para recuperar el control sobre el sector. Sin embargo, esta iniciativa ha generado un cisma entre los sindicatos, ya que Sindicalistas de Base y UGT han expresado su oposición a la idea. La consejera de Turismo, Jessica de León, ha mostrado cierta apertura hacia el convenio, pero el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha manifestado reservas, lo que añade incertidumbre al proceso.
La reciente convocatoria de huelga en Santa Cruz de Tenerife ha puesto de manifiesto la fractura existente. Fitas, en su papel de líder de Sindicalistas de Base, se reunió con Marichal y Clavijo antes de la huelga, logrando un preacuerdo que fue comunicado a CC OO y UGT solo después de haber sido cerrado. Esta situación ha llevado a que CC OO se sienta marginado y sin capacidad de aportar en las negociaciones, lo que ha intensificado el conflicto.
Javier Fernández, secretario general de Sindicalistas de Base, ha defendido la legitimidad de su sindicato en la Mesa Sindical de Hostelería, argumentando que cuentan con la mayoría de los votos en las mesas negociadoras de Santa Cruz de Tenerife. A pesar de las críticas de Manuel Navarro, secretario general de UGT, quien cuestionó la autoridad de Sindicalistas de Base, Fernández ha mantenido que su sindicato tiene el respaldo de los trabajadores, lo que les otorga la legitimidad necesaria para actuar.
La situación actual en la hostelería canaria es un reflejo de las tensiones inherentes a un sector que, a pesar de su importancia económica, enfrenta desafíos significativos en términos de representación y negociación. La lucha por el liderazgo sindical no solo afecta a los sindicatos involucrados, sino que también tiene un impacto directo en las condiciones laborales de miles de trabajadores en las islas.
A medida que las negociaciones continúan, la presión sobre las patronales y los sindicatos aumentará, y será crucial observar cómo se desarrollan los acontecimientos en los próximos días. La capacidad de los sindicatos para unirse en torno a un objetivo común podría determinar el futuro del sector y la calidad de vida de los trabajadores de la hostelería en Canarias.