La Fundación MAPFRE, una de las entidades más influyentes en el ámbito social y cultural, está celebrando su 50º aniversario. Desde su creación, ha trabajado incansablemente para mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo. Su enfoque abarca diversas áreas, incluyendo la educación, la salud, la inclusión social, la investigación y el arte. En una reciente entrevista, Elvira Vega, directora general de la Fundación, reflexionó sobre el impacto de estos 50 años y los desafíos que se presentan en el futuro.
### Un Legado de Impacto y Compromiso
A lo largo de su historia, la Fundación MAPFRE ha destinado más de 1.140 millones de euros a proyectos que han beneficiado a más de 179 millones de personas. Estas cifras no solo representan un logro financiero, sino que también reflejan historias de vida transformadas. «Cuando vemos estas cifras, nuestro sentimiento es de gratitud y responsabilidad. Detrás de cada número hay una historia, una vida que ha cambiado, una oportunidad que se ha abierto», comenta Vega. Esta visión humanitaria es el motor que impulsa a la Fundación a seguir adelante, buscando siempre nuevas formas de ayudar a quienes más lo necesitan.
La labor de la Fundación se define como la de «tender puentes y abrir caminos». Vega destaca la importancia de la educación, la salud, la cultura y la seguridad vial, y cómo estos elementos son esenciales para construir una sociedad más justa. Uno de los aspectos que más orgullo le genera es la capacidad de la Fundación para adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad. «Ver cómo jóvenes en riesgo de exclusión se convierten en profesionales es lo que da sentido a nuestro esfuerzo», añade.
### Retos y Oportunidades en un Mundo Cambiante
Desde su fundación en 1975, el mundo ha cambiado drásticamente. La tecnología, la globalización y las dinámicas sociales han evolucionado, pero la necesidad de solidaridad y compromiso social sigue siendo fundamental. Vega señala que, a pesar de los cambios, la empatía ha crecido, ya que todos hemos sentido la vulnerabilidad en algún momento. La Fundación MAPFRE se ha comprometido a estar presente donde más se necesita, anticipándose a las crisis y trabajando en colaboración con otras entidades para abordar los desafíos sociales.
Uno de los temas más críticos que enfrenta la Fundación es la lucha contra la pobreza. Vega enfatiza que la educación es la clave para romper el ciclo de la pobreza. «Cuando una persona accede a una formación de calidad, no solo mejora su presente, sino que puede cambiar su futuro y el de su familia», explica. La Fundación apuesta por una educación integral que empodera a las personas, permitiéndoles construir una vida digna y sostenible.
Además de su enfoque en la educación, la Fundación MAPFRE también se ha comprometido con la investigación médica y el arte. En el ámbito de la investigación, ha destinado más de 170 millones de euros a proyectos que promueven la salud y el bienestar. Desde 1980, la Fundación ha otorgado las Ayudas a la Investigación Ignacio H. de Larramendi, que respaldan iniciativas relacionadas con la salud y la previsión social. En cuanto al arte, Vega considera que es una herramienta poderosa para la transformación social. «Hemos acercado la cultura a millones de personas, y eso también es una forma de inclusión y crecimiento personal», afirma.
### La Lucha Contra el Edadismo y el Valor de la Generación Sénior
Un aspecto destacado de la Fundación MAPFRE es su compromiso con la generación sénior. Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics, ha liderado iniciativas para cambiar la percepción social sobre el envejecimiento. Desde su creación en 2020, el centro ha trabajado para visibilizar el valor de los séniores, demostrando que son un motor de desarrollo económico y cohesión social.
Fernández Palacios menciona que uno de los principales objetivos del centro es combatir el edadismo, que se manifiesta en prejuicios como la idea de que los mayores no se adaptan a la tecnología o que su etapa de contribución ha pasado. Sin embargo, los datos muestran que los séniores son cada vez más activos y comprometidos. «Su papel es clave en la transmisión de conocimiento y en la dinamización económica», asegura.
En sus cinco años de existencia, el Centro de Investigación Ageingnomics ha logrado consolidar una base de conocimiento útil. Entre sus logros se encuentra el Barómetro del Consumidor Sénior, que permite conocer los hábitos y necesidades de los mayores, así como el Mapa de Talento Sénior, que visibiliza su integración laboral. Estos avances son fundamentales para impulsar políticas más inclusivas en el ámbito laboral y social.
### Mirando Hacia el Futuro
El futuro presenta grandes desafíos y oportunidades para la Fundación MAPFRE. Vega expresa su deseo de consolidarse como una fundación de referencia y seguir apostando por la innovación social. Uno de los retos más importantes es el envejecimiento de la población. La Fundación se propone seguir siendo un agente transformador, con la mirada puesta en construir una sociedad más justa, solidaria y sostenible.
La lucha contra el edadismo, la promoción de la empleabilidad y el bienestar emocional de los séniores son algunos de los temas que el Centro de Investigación Ageingnomics abordará en los próximos años. «Queremos que la longevidad sea sinónimo de oportunidad y calidad de vida», concluye Fernández Palacios. Con esta visión, la Fundación MAPFRE continúa su camino, comprometida con la mejora de la sociedad y el bienestar de las personas, sin importar su edad o condición.
