Carla Suárez, una de las figuras más emblemáticas del tenis español, ha dejado una huella imborrable en el deporte. Con un impresionante sexto puesto en el ranking WTA, su carrera ha sido un ejemplo de dedicación y superación. Ahora, tras colgar la raqueta, Suárez se embarca en una nueva etapa como seleccionadora del equipo femenino español en la Copa Billie Jean King, donde busca inspirar y guiar a la próxima generación de tenistas.
### Un Legado en el Tenis
Nacida en Las Palmas de Gran Canaria, Carla Suárez ha estado ligada al deporte desde su infancia. Hija de un jugador de balonmano y de una gimnasta, su vida ha estado marcada por la disciplina y el esfuerzo. A lo largo de su carrera, ha enfrentado numerosos desafíos, incluyendo una batalla contra el cáncer, que la llevó a retirarse del tenis profesional. Sin embargo, su amor por el deporte nunca ha disminuido. Ahora, como seleccionadora, Suárez se siente motivada para ayudar a las jóvenes tenistas a alcanzar sus sueños.
Durante el ITF W100 DISA Gran Canaria-Maspalomas, un torneo que se celebra en su tierra natal, Suárez se muestra entusiasta por el impacto que tiene este evento en las jugadoras locales. «Tener un torneo de esta categoría en la isla es fundamental. Las jugadoras lo valoran mucho y espero que se siga celebrando», comenta. Este tipo de competiciones no solo elevan el nivel del tenis en Canarias, sino que también ofrecen a las jóvenes la oportunidad de competir en un entorno de alto rendimiento.
La cercanía de la organización y la calidad de las instalaciones son aspectos que Suárez destaca. «La temperatura, la cercanía del hotel y del club hacen que las jugadoras se sientan cómodas y puedan rendir al máximo», explica. Este entorno favorable es crucial para el desarrollo de nuevas talentos, y Suárez está decidida a aprovecharlo al máximo.
### La Nueva Misión de Carla Suárez
Convertirse en seleccionadora ha sido un paso natural para Suárez, quien desea retribuir al deporte que tanto le ha dado. «Quiero ayudar a que las chicas puedan rendir y luchar por sus sueños», afirma. Su objetivo es claro: aumentar el número de jugadoras que puedan convertirse en profesionales y vivir del tenis. Para ello, se enfoca en brindar apoyo y recursos a las jóvenes tenistas, especialmente aquellas que están en la etapa de formación.
Suárez menciona a varias jugadoras que están en su radar, como Leyre Romero y Katling Quevedo, quienes están demostrando un gran potencial en el torneo. «Me gusta cómo juegan, tienen un espíritu de lucha y sacrificio que es esencial para ser tenista profesional», dice con orgullo. Este enfoque en el talento emergente es fundamental para el futuro del tenis femenino en España.
La extenista también reflexiona sobre la evolución del deporte femenino en general. Aunque ha habido avances significativos, Suárez reconoce que aún queda camino por recorrer. «El deporte femenino siempre ha estado en auge, pero es importante que se valore lo que las chicas hacen en el deporte», señala. Con figuras como Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez, el tenis femenino español ha tenido momentos gloriosos, y Suárez espera que la nueva generación continúe esa tradición.
Además de su papel como seleccionadora, Suárez también enfrenta el desafío de ser madre de dos niñas pequeñas. La experiencia de la maternidad ha cambiado su perspectiva y le ha permitido disfrutar de momentos que antes le eran esquivos debido a su carrera profesional. «No tengo metas u objetivos específicos ahora, solo quiero disfrutar de mi familia y de los momentos que no pude vivir antes», confiesa.
La pasión de Suárez por el deporte se refleja en su deseo de inculcar a sus hijas la importancia de la actividad física. Aunque actualmente se inclinan más hacia el fútbol, Suárez está abierta a que elijan su propio camino. «Les vamos a enseñar el valor del deporte por salud, independientemente de la disciplina que elijan», asegura.
Carla Suárez es un ejemplo de resiliencia y dedicación, no solo por sus logros en la cancha, sino también por su compromiso con el desarrollo del tenis femenino en España. Su nueva misión como seleccionadora es una extensión de su legado, y su deseo de ayudar a las jóvenes a alcanzar sus sueños es un testimonio de su amor por el deporte y su deseo de ver a las futuras generaciones brillar.