El archipiélago canario se encuentra en una situación crítica debido al aumento de la presión migratoria que enfrenta, especialmente a partir de septiembre. Ante esta realidad, el Gobierno de Canarias ha elevado una solicitud a la Comisión Europea para que se refuercen los recursos de la Guardia Europea de Fronteras y Costas, conocida como Frontex. Esta petición se enmarca dentro de una consulta abierta por la Dirección General de Migración y Asuntos de Interior, que busca actualizar la normativa relacionada con la gestión de la migración en la región.
La solicitud de Canarias no es un hecho aislado. En enero de este año, el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, se reunió con el comisario de Asuntos de Interior y Migración, Magnus Brunner, en Bruselas para discutir la situación migratoria en las islas. Durante este encuentro, Clavijo enfatizó la necesidad de un mayor apoyo de Frontex, especialmente en lo que respecta a la atención de los menores migrantes no acompañados, un tema que ha cobrado relevancia en los últimos años.
Sin embargo, la activación de un despliegue adicional de Frontex depende de una solicitud formal del Gobierno de España. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha señalado que la agencia ya está operando en las islas, aunque su labor se limita principalmente a la colaboración con la Policía Nacional en los Centros de Atención Temporal de Extranjeros. En este sentido, el Gobierno canario ha solicitado más recursos, incluyendo medios aéreos, embarcaciones y sistemas de vigilancia, para mejorar la seguridad en las costas y salvar vidas.
La ruta migratoria hacia Canarias es considerada una de las más peligrosas del mundo. Según datos de la ONG Caminando Fronteras, en los primeros cinco meses de este año, 1.482 personas han perdido la vida intentando llegar a las islas. La mayoría de estas muertes se han registrado en la ruta que parte desde Mauritania, que ha sido la más letal, con 1.318 víctimas. Las rutas desde Senegal y Gambia también han tenido un alto costo humano, con 110 y 54 muertes respectivamente.
A pesar de que las llegadas de migrantes a Canarias han disminuido en un 46,7% en lo que va del año, el archipiélago sigue siendo la principal puerta de entrada de la migración irregular a España y, por ende, a la Unión Europea. En 2024, se registraron cifras récord, con casi 47.000 personas arribando a las costas canarias. La presión migratoria se mantiene alta, y se prevé que continúe así en 2025, impulsada por factores como la crisis medioambiental, conflictos socioeconómicos y cambios geopolíticos en la región del Sahel.
### La Respuesta del Gobierno Canario
El Gobierno de Canarias ha manifestado su preocupación por la falta de recursos y la necesidad de una mayor coordinación en la gestión de la migración. En su solicitud a la Comisión Europea, se ha pedido que se incluyan protocolos específicos de coordinación con servicios como Salvamento Marítimo, que desempeña un papel crucial en la búsqueda y rescate de migrantes en el mar.
Además, el Ejecutivo canario ha enfatizado la importancia de que las regiones tengan un mayor peso en las decisiones sobre el despliegue de Frontex. Esto se debe a que la gestión de la migración no solo afecta a las políticas nacionales, sino que también tiene un impacto directo en las comunidades locales que deben hacer frente a las consecuencias de la llegada de migrantes.
La situación de los menores migrantes no acompañados es otro aspecto crítico que ha sido abordado por el Gobierno canario. La falta de una hoja de ruta clara para su traslado y atención ha generado preocupación entre las autoridades locales, que han solicitado una mayor atención y recursos para garantizar su bienestar.
### Desafíos y Perspectivas Futuras
La presión migratoria sobre Canarias no solo es un desafío humanitario, sino que también plantea cuestiones complejas en términos de política y gobernanza. La combinación de factores como el cambio climático, la inestabilidad política en los países de origen de los migrantes y la falta de oportunidades económicas están impulsando a muchas personas a arriesgar sus vidas en busca de un futuro mejor.
La respuesta de la Unión Europea y del Gobierno español será crucial para abordar esta crisis. La necesidad de un enfoque coordinado y solidario es más evidente que nunca, y la participación activa de las regiones afectadas es fundamental para garantizar que las políticas migratorias sean efectivas y respeten los derechos humanos de todos los involucrados.
En este contexto, el papel de Frontex se vuelve aún más relevante. La agencia no solo debe centrarse en la vigilancia y el control de fronteras, sino también en la protección de la vida y la dignidad de las personas migrantes. La colaboración entre los diferentes niveles de gobierno y la sociedad civil será esencial para enfrentar los retos que plantea la migración en Canarias y en toda Europa.