La inflación en España ha experimentado un notable aumento en julio, alcanzando el 2,7%, lo que representa un incremento de cuatro décimas en comparación con el mes anterior. Este repunte, que se ha confirmado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se debe principalmente al aumento en los precios de la electricidad y, en menor medida, de los carburantes. Este fenómeno no solo afecta a la economía en general, sino que también tiene repercusiones directas en el poder adquisitivo de los ciudadanos y en la dinámica del mercado.
**Causas del Aumento de la Inflación**
Uno de los principales factores que ha impulsado la inflación es el significativo aumento en el precio de la electricidad, que en julio se encareció un 17,3%. Este incremento es parte de una tendencia que comenzó a principios de año, donde los precios de la luz mostraron un aumento interanual del 20,5% en enero y del 28,1% en febrero. Sin embargo, tras una ligera disminución en los meses siguientes, el precio de la electricidad ha vuelto a dispararse, lo que ha generado una presión inflacionista considerable.
La situación se ha visto agravada por el gran apagón que tuvo lugar el 28 de abril, lo que llevó a un refuerzo en la operativa del gestor del sistema eléctrico, Red Eléctrica. Este refuerzo implica un mayor uso de ciclos combinados de gas y una reducción en el uso de fuentes de energía renovables, lo que ha contribuido a un aumento en la demanda de energía durante los meses de verano, especialmente debido al incremento del turismo y las altas temperaturas que fomentan el uso del aire acondicionado.
Además de la electricidad, los precios de los carburantes también han tenido un impacto significativo en la inflación. Las tensiones comerciales y el aumento en los costos de producción han llevado a un encarecimiento de los combustibles, lo que a su vez afecta el costo del transporte y, por ende, el precio de los bienes y servicios en el mercado. La combinación de estos factores ha llevado a un aumento generalizado en los precios, afectando a la cesta de la compra y a los servicios.
**Impacto en el Poder Adquisitivo y el Mercado**
El aumento de la inflación tiene un efecto directo en el poder adquisitivo de las familias españolas. Con un índice subyacente que ha alcanzado el 2,3%, los consumidores están sintiendo el impacto en su capacidad para adquirir bienes y servicios. En particular, los precios de los alimentos han mostrado un aumento considerable, con productos frescos que han experimentado un incremento del 7,2% en comparación con el año anterior. Entre los alimentos que han visto los mayores aumentos se encuentran el chocolate, el café, los huevos y la carne de vacuno, con incrementos que oscilan entre el 15% y el 22%.
Por otro lado, algunos productos han visto una disminución en sus precios, como el aceite de oliva, que ha caído un 50% desde su pico en abril de 2024. Este descenso se alinea con los precios en origen, que han vuelto a niveles de 2022, antes de la última sequía. Sin embargo, la tendencia general es de un aumento en los precios, lo que plantea desafíos para las familias que intentan mantener su nivel de vida.
El Ministerio de Economía ha señalado que, a pesar de este aumento en la inflación, la economía española sigue mostrando un fuerte dinamismo. Se destaca que la creación de empleo ha alcanzado niveles récord y que los salarios están en aumento, lo que permite a las familias recuperar gradualmente su poder adquisitivo. Sin embargo, la situación es preocupante, ya que España se aleja del objetivo del 2% de inflación recomendado por el Banco Central Europeo (BCE) y se aproxima a una tasa del 3%, que se prevé que se alcance en septiembre, según pronósticos de Funcas.
La combinación de estos factores sugiere que la economía española se enfrenta a un periodo de incertidumbre, donde el aumento de la inflación podría tener repercusiones a largo plazo en el bienestar de los ciudadanos y en la estabilidad económica del país. Las políticas económicas y las decisiones del BCE serán cruciales para abordar esta situación y mitigar sus efectos en la población.