Con la llegada del otoño y el descenso de las temperaturas, se inicia la temporada de gripe, un fenómeno que cada año afecta a millones de personas en todo el mundo. Este año, los expertos anticipan una temporada moderada, aunque se prevé un aumento significativo de casos tras las festividades navideñas. El doctor Estanislao Nistal, virólogo y profesor de Microbiología en la Universidad CEU San Pablo, ha compartido su perspectiva sobre la situación actual de las infecciones respiratorias en España, destacando la importancia de la vigilancia epidemiológica en este contexto.
La vigilancia de las infecciones respiratorias agudas (IRA) en España ha mostrado un ligero incremento en los casos de gripe y otras patologías respiratorias en las últimas semanas. Según el último informe del Instituto de Salud Carlos III, la tasa nacional de IRA se sitúa actualmente en 442,9 casos por cada 100.000 habitantes, superando el umbral epidémico desde la semana 39 de 2025. Este aumento en la incidencia de gripe, que se sitúa en 20,3 casos por cada 100.000 habitantes, refleja un patrón epidémico de baja intensidad que se ha mantenido desde la semana 52 de 2024 hasta la semana 10 de 2025.
En cuanto a la presión hospitalaria, es un aspecto que siempre genera preocupación, especialmente durante la temporada de gripe. La tasa de hospitalización por infecciones respiratorias agudas graves (IRAG) es de 10,4 casos por cada 100.000 habitantes, siendo la gripe la principal causa de hospitalización, con una tasa estimada de 1,1 casos por cada 100.000 habitantes. Las complicaciones asociadas a la gripe son significativas, incluyendo un 22,9% de neumonías, un 5,2% de ingresos en unidades de cuidados intensivos (UCI) y una letalidad del 2,7% desde el inicio de la temporada en la semana 40 de 2024.
### La Evolución de la Gripe y su Vigilancia
La vigilancia epidemiológica es fundamental para entender la evolución de la gripe y otras infecciones respiratorias. En este sentido, los análisis de laboratorio han revelado un aumento en la positividad de la gripe, que ha subido al 9,8%, en comparación con el 7,5% de la semana anterior. Por otro lado, la positividad del SARS-CoV-2 ha disminuido al 5,5%, mientras que el virus respiratorio sincitial (VRS) se mantiene en un 0,8%. Estas cifras indican que, aunque la gripe está en aumento, la presión hospitalaria por COVID-19 es menor, con una tasa de 0,4 casos por cada 100.000 habitantes y una letalidad del 11,5% entre los hospitalizados.
La vigilancia de la mortalidad general, mediante el modelo MoMo, ha señalado que en la semana 44 de 2025 se registraron 8.393 fallecimientos, superando los 8.032 esperados. Este ligero exceso de mortalidad se asocia a las infecciones respiratorias, lo que pone de manifiesto la gravedad de la situación actual. A pesar de que el país se encuentra en un período de actividad gripal moderada, el aumento progresivo de casos en Atención Primaria y la presión hospitalaria contenida son señales de alerta, especialmente para los grupos más vulnerables, como los ancianos y los niños menores de cinco años.
### Estrategias para Prevenir Infecciones Respiratorias
Con el aumento de las infecciones respiratorias, es crucial adoptar medidas preventivas para proteger la salud pública. Los médicos han recomendado varias pautas que pueden ayudar a esquivar los virus que causan el resfriado común y la gripe. La primera y más importante es el lavado de manos frecuente, preferiblemente con agua y jabón. Este simple gesto no solo previene el contagio por coronavirus, sino que también ayuda a evitar más de 200 patologías que pueden transmitirse a través de las manos, como la gripe A, la neumonía y la bronquiolitis.
Además, es esencial utilizar pañuelos desechables para cubrirse la boca al estornudar, lo que contribuye a evitar la diseminación de gérmenes. También se recomienda evitar tocarse la cara, ya que la nariz y la boca son las principales puertas de entrada de los virus al organismo. En este sentido, es preferible evitar los espacios cerrados, donde la posibilidad de contagio es mayor, y optar por reuniones al aire libre siempre que sea posible, asegurándose de estar bien abrigados para no agravar la situación.
La vitamina D juega un papel importante en la salud inmunológica. Es recomendable exponerse al sol para recargar los niveles de esta vitamina, aunque en otoño e invierno, cuando los días son más cortos, se puede obtener a través de alimentos como pescados azules, champiñones y quesos. Además, reducir los niveles de estrés es fundamental, ya que un alto nivel de tensión puede debilitar el sistema inmunológico. Dormir lo suficiente y realizar ejercicio físico son estrategias efectivas para controlar el estrés y mantener las defensas altas.
Por último, es crucial evitar la automedicación, especialmente el uso de antibióticos sin prescripción médica, ya que estos no son efectivos contra las infecciones virales y su uso indebido puede llevar a la resistencia bacteriana. Asimismo, se debe evitar el consumo de alcohol y tabaco, ya que ambos pueden debilitar el sistema inmunológico y agravar los síntomas del resfriado común.
La temporada de gripe y el aumento de infecciones respiratorias son un recordatorio de la importancia de la prevención y la vigilancia en salud pública. Adoptar medidas adecuadas puede ayudar a mitigar el impacto de estas enfermedades y proteger a los grupos más vulnerables de la población.
