La reciente junta de accionistas de Banco Sabadell, celebrada el 20 de marzo, ha marcado un hito significativo en la trayectoria de la entidad. En esta reunión, los accionistas dieron luz verde a la venta de su filial británica TSB a Banco Santander por aproximadamente 3.100 millones de euros. Esta decisión no solo es crucial para la estabilidad financiera del banco, sino que también influye en el contexto de la oferta pública de adquisición (OPA) presentada por BBVA.
### La Venta de TSB: Un Paso Estratégico
La aprobación de la venta de TSB se llevó a cabo sin oposición, lo que refleja la confianza de los accionistas en la dirección del banco. Con un quórum del 71,1% del capital social, la junta extraordinaria logró un récord de participación en los últimos 21 años. Esta transacción es fundamental, ya que se espera que genere 2.500 millones de euros en dividendos, lo que permitirá al banco fortalecer su posición en el mercado español.
Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell, enfatizó que la decisión de vender TSB no está relacionada con la OPA de BBVA, sino que responde a una estrategia de optimización de recursos y mejora de la eficiencia. «La filial estaba en el punto de mira de los grandes bancos del país para un proceso de consolidación interna», explicó Oliu, quien también destacó que la venta se produce en un momento propicio para devolver capital a los accionistas y concentrarse en el crecimiento en el mercado nacional.
El acuerdo de venta incluye cláusulas que impiden a Banco Sabadell competir con Santander en el Reino Unido durante un año, así como restricciones en la contratación de empleados de TSB. Estas condiciones buscan asegurar una transición ordenada y minimizar el impacto en el mercado.
### Desafíos y Expectativas ante la OPA de BBVA
A pesar de la aprobación de la venta de TSB, la atención de los accionistas se centró en la OPA de BBVA, que ha generado incertidumbre en el mercado. Oliu y César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell, expresaron la necesidad de que BBVA proporcione información clara y transparente sobre su oferta. En particular, González-Bueno cuestionó si los accionistas recibirán dividendos y recompras de acciones en los próximos años, lo que es crucial para evaluar la viabilidad de la OPA.
«La fusión es muy complicada y tiene riesgos diferentes para el accionista del Sabadell», advirtió Oliu, quien instó a BBVA a detallar los riesgos asociados y las sinergias esperadas. La incertidumbre sobre la OPA se ha intensificado tras la intervención del Gobierno, que ha decidido vetar la fusión durante tres años, lo que podría afectar las proyecciones de sinergias que BBVA había estimado en 850 millones de euros.
Los accionistas también deben tener en cuenta las implicaciones fiscales de la OPA. Oliu señaló que muchos inversores que participen en la oferta tendrán que pagar impuestos, ya que el pago en efectivo ofrecido por BBVA supera el 10% del valor nominal de las acciones, lo que se considera una venta y se tributa como rendimiento del ahorro.
La situación se complica aún más con la celebración de dos juntas en un mismo día, donde se discutieron tanto la venta de TSB como un megadividendo de 2.500 millones de euros. La CNMV obligó a Banco Sabadell a someter estas cuestiones a votación en juntas separadas, lo que añade un nivel adicional de complejidad a la situación actual del banco.
En este contexto, la próxima decisión de BBVA sobre la OPA será crucial. Onur Genç, consejero delegado de BBVA, ha indicado que la fecha de la junta es clave para determinar el futuro de la oferta. La posibilidad de retirar la oferta está sobre la mesa, y la decisión final dependerá de la evaluación de los resultados de las juntas de accionistas de Banco Sabadell.
La venta de TSB y la OPA de BBVA son eventos que no solo impactan a Banco Sabadell, sino que también tienen implicaciones más amplias para el sector bancario en España. La capacidad de Banco Sabadell para adaptarse a este entorno cambiante y gestionar sus relaciones con los accionistas será determinante para su futuro.