La situación demográfica en Canarias ha alcanzado niveles preocupantes, con una notable disminución en la natalidad que ha comenzado a afectar a diversos sectores, especialmente el educativo. En la última década, el Archipiélago ha experimentado un descenso del 23,7% en el número de nacimientos, lo que ha llevado a una reducción significativa en la matrícula escolar. Este fenómeno no solo plantea desafíos inmediatos para las instituciones educativas, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro demográfico de la región.
**Efectos de la Baja Natalidad en el Sistema Educativo**
La caída en la natalidad ha tenido un impacto directo en el número de estudiantes matriculados en colegios e institutos. Según las estadísticas del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, el número de alumnos en Canarias ha disminuido de 161,453 en el curso 2014-15 a 142,051 en el último año académico. Este descenso ha llevado a que muchas aulas queden vacías, y en algunos casos, a que se cierren centros educativos, especialmente en áreas rurales y periféricas donde la población sigue disminuyendo.
Los datos son reveladores. En la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), por ejemplo, el número de estudiantes ha pasado de 67,101 a 63,851 en el mismo período. Aunque la diferencia puede parecer mínima, el impacto en la educación primaria es aún más alarmante. En 2014, había 94,352 niños en las aulas de primaria, mientras que este año la cifra ha caído a 78,200. Esta tendencia es un claro reflejo de la disminución de la natalidad y de cómo afecta a las generaciones más jóvenes.
Gerardo Rodríguez, portavoz del sindicato STEC-IC, ha señalado que esta tendencia a la baja no es nueva y que se ha estado observando durante varios años. En respuesta a esta situación, se ha acordado con el Gobierno autonómico una reducción en las ratios de alumnos por clase, lo que podría ayudar a mejorar la calidad educativa en un contexto de disminución de matrículas. Por ejemplo, se ha establecido un plan para reducir el número de alumnos en cuarto de ESO de 30 a 25, con la posibilidad de llegar a 22 para el año 2027-28.
**Desafíos en las Zonas Rurales y Periféricas**
La crisis demográfica no afecta a todas las áreas de Canarias por igual. Las zonas metropolitanas y turísticas, como el sur de Tenerife, han visto un crecimiento poblacional, mientras que las áreas rurales sufren un éxodo de población. Esto ha llevado a que algunos centros educativos en localidades como El Hierro, el interior de Gran Canaria y el norte de La Palma se enfrenten al cierre debido a la falta de estudiantes. La situación es crítica, y muchos se refieren a esta realidad como «la Canarias despoblada».
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado cifras que ilustran aún más esta crisis. En 2024, nacieron en Canarias 11,718 personas, un 2.3% menos que en 2023, mientras que el número de fallecimientos fue de 17,785, resultando en un saldo vegetativo negativo de -6,608 personas. Este descenso constante en la natalidad ha sido evidente desde 2018, lo que plantea serias preocupaciones sobre el futuro demográfico de las islas.
La Consejería de Educación ha comenzado a implementar medidas para abordar esta crisis, pero el camino por delante es complicado. La reducción de las ratios en las aulas es solo un primer paso. La necesidad de atraer a nuevas familias y fomentar un entorno que apoye la natalidad es crucial para revertir esta tendencia. Las políticas públicas deben enfocarse no solo en la educación, sino también en crear un ambiente favorable para las familias, que incluya acceso a vivienda, empleo y servicios de calidad.
La situación actual en Canarias es un claro recordatorio de que la educación y la demografía están intrínsecamente relacionadas. A medida que la población escolar disminuye, es fundamental que se tomen medidas proactivas para garantizar que las instituciones educativas puedan adaptarse a esta nueva realidad. La colaboración entre el gobierno, las comunidades educativas y la sociedad en general será esencial para enfrentar los desafíos que se avecinan y asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras.