Las recientes restricciones impuestas por la administración de Donald Trump para viajar a Estados Unidos han generado una oleada de indignación y malestar entre los ciudadanos de Venezuela y Cuba. Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, ha hecho un llamado al magnate republicano para que no se deje influenciar por «mentiras» sobre su país. En un contexto donde las deportaciones y las cancelaciones de visas se han vuelto más frecuentes, Maduro se comprometió a defender la dignidad de aquellos que han tenido que abandonar Venezuela debido a la crisis económica y el conflicto político que ha marcado la nación en los últimos años.
La situación se complica aún más con la implementación de nuevas barreras que afectan a un amplio espectro de la población. La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que representa a la oposición venezolana, ha expresado su preocupación por estas medidas, que también incluyen a otros países como Burundi, Laos, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán. La PUD ha solicitado a la Casa Blanca que revise esta decisión y excluya a Venezuela de la lista de países afectados, argumentando que estas restricciones agravan la ya compleja situación migratoria.
Henrique Capriles, un destacado líder opositor y ex candidato presidencial, ha pedido respeto por los derechos humanos y las leyes internacionales, subrayando que muchos venezolanos han elegido a Estados Unidos como su destino en busca de protección y oportunidades. Según datos recientes, aproximadamente 900,000 venezolanos residen en Estados Unidos, y el 75% de ellos llegó después de 2010, en medio del creciente enfrentamiento entre el gobierno de Maduro y la oposición.
**Reacciones desde Cuba**
La indignación no se limita a Venezuela. En Cuba, el canciller Bruno Rodríguez ha criticado las restricciones impuestas a los cubanos, calificándolas de racistas y señalando que están respaldadas por políticos anticastristas en el gobierno estadounidense. Rodríguez argumenta que estas medidas perjudican el contacto entre las familias cubanas y afectan los intercambios personales, profesionales y académicos entre ambos países. La situación es especialmente crítica para los ciudadanos cubanos que ya enfrentan dificultades para visitar Estados Unidos por motivos familiares, educativos o turísticos.
Eloy Viera Cañive, un periodista del portal opositor ‘El Toque’, ha señalado que, aunque algunos medios de comunicación creen que estas restricciones pueden afectar al gobierno cubano, en realidad son los ciudadanos comunes quienes sufren las consecuencias. La incertidumbre se apodera de aquellos que ya se encuentran en Estados Unidos con estatus temporal o con casos migratorios en trámite, ya que las nuevas políticas pueden complicar aún más su situación.
**Cierre de Fronteras y Aumento de Deportaciones**
La decisión de Estados Unidos de cerrar sus fronteras a ciudadanos de países que se encuentran en desacuerdo político con la Casa Blanca parece ser una estrategia para limitar la migración. Durante la administración de Joe Biden, muchos cubanos encontraron facilidades para emigrar, pero ahora, con las nuevas restricciones, se sienten atrapados. Entre 2021 y 2024, alrededor de 850,000 cubanos llegaron a Estados Unidos, buscando escapar de la crisis económica y social en la isla.
El Tribunal Supremo de EE. UU. ha permitido a Trump revocar el programa de Parole que beneficiaba a 532,000 inmigrantes, lo que ha dejado a 117,000 venezolanos y 110,000 cubanos en riesgo de deportación. Además, el Departamento de Seguridad Nacional ha decidido poner fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) para los originarios de Camerún y está considerando hacer lo mismo con los venezolanos. Esta situación ha llevado a muchos a buscar un cambio de estatus en un entorno cada vez más adverso.
Recientemente, se han intensificado las deportaciones, con 190 vuelos realizados en mayo, de los cuales 130 cubanos fueron enviados de regreso a su país. Muchos de ellos regresaron al Aeropuerto Internacional José Martí con la sensación de derrota, sabiendo que no pueden volver a Estados Unidos y que su futuro en Cuba es incierto. En un intento de llamar la atención sobre su situación, decenas de cubanos detenidos en el Centro de Detención de Krome, en Miami-Dade, formaron un mensaje de «SOS» visible desde el aire, denunciando el hacinamiento extremo que padecen en medio de una nueva ola de arrestos y expulsiones.
La situación actual refleja un panorama complejo y desafiante para los ciudadanos de Venezuela y Cuba, quienes buscan oportunidades y un futuro mejor en Estados Unidos, pero se enfrentan a un entorno cada vez más restrictivo y hostil.