La política migratoria de la Unión Europea ha estado en el centro del debate durante años, especialmente con el endurecimiento de sus medidas para controlar los flujos migratorios. Recientemente, la UE ha avanzado en la implementación de un Pacto Migratorio que incluye la creación de una lista de países considerados ‘seguros’. Esta lista tiene como objetivo acelerar los procedimientos de retorno de migrantes cuyos pedidos de asilo han sido denegados. Sin embargo, la designación de ciertos países como seguros ha generado críticas y preocupaciones sobre la protección de los derechos humanos de los migrantes.
### La Designación de Países ‘Seguros’
La propuesta de la Comisión Europea incluye países como Kosovo, India, Colombia, Túnez, Marruecos y Egipto en su lista de naciones seguras. Esta medida busca facilitar la deportación de migrantes a estos países, incluso si no tienen vínculos previos con ellos. Sin embargo, la inclusión de estos países ha suscitado alarmas entre organizaciones de derechos humanos, que argumentan que muchos de ellos no cumplen con los estándares necesarios para garantizar la seguridad y protección de los migrantes.
Por ejemplo, Kosovo ha sido objeto de críticas debido a su inestabilidad política y a la persistencia de conflictos interétnicos. En 2024, más de 6,600 personas de Kosovo solicitaron asilo en la UE, lo que plantea dudas sobre la capacidad del país para recibir y proteger a más migrantes. La directora del European Council on Refugees and Exiles (ECRE) ha afirmado que Kosovo no puede considerarse un país seguro, ya que no existen las condiciones necesarias para proporcionar la protección requerida a refugiados y migrantes.
India, por su parte, ha sido históricamente un refugio para aquellos que huyen de la persecución, pero su actual política migratoria es objeto de controversia. Desde la llegada al poder del partido Bharatiya Janata, liderado por el nacionalista hindú Narendra Modi, las políticas han cambiado drásticamente. India no ha firmado la Convención de la ONU sobre el Estatus de Refugiados y ha promulgado leyes que permiten la deportación de migrantes sin garantías adecuadas. Esto ha llevado a que muchos se pregunten si India puede ser considerada un país seguro para los migrantes.
### La Realidad en Países como Túnez y Marruecos
Túnez y Marruecos, aunque considerados como países seguros, enfrentan serias críticas por su tratamiento de los migrantes. En Túnez, el régimen del presidente Kaïs Saied ha sido acusado de violaciones de derechos humanos, incluyendo la detención arbitraria de disidentes y la persecución de migrantes subsaharianos. La retórica xenófoba del presidente ha alimentado un ambiente hostil hacia los migrantes, lo que plantea serias dudas sobre la seguridad de aquellos que podrían ser deportados allí.
Marruecos, por otro lado, ha sido visto como un país de tránsito para migrantes que intentan llegar a Europa. Sin embargo, en los últimos años, se ha convertido en un embudo donde muchos quedan atrapados, esperando una solución que a menudo no llega. Aunque Marruecos ha firmado convenios internacionales sobre el estatus de los refugiados, la realidad es que muchos migrantes dependen de la ayuda de organizaciones internacionales y enfrentan condiciones precarias mientras esperan su futuro.
La situación en Egipto es igualmente preocupante. Desde el estallido del conflicto en Sudán, Egipto ha recibido a un gran número de refugiados sudaneses, pero las condiciones de vida y la falta de un marco legal claro han llevado a muchos a vivir con el temor constante de ser deportados. Las leyes migratorias egipcias otorgan amplios poderes al Ministerio del Interior, lo que ha resultado en detenciones arbitrarias y deportaciones sin garantías adecuadas.
La política migratoria de la UE, al considerar a estos países como seguros, plantea serias preguntas sobre la ética y la efectividad de sus decisiones. La presión para frenar la migración hacia Europa ha llevado a la externalización de las fronteras, donde se priorizan los acuerdos económicos sobre la protección de los derechos humanos. Organizaciones de derechos humanos han denunciado que esta estrategia no solo es ineficaz, sino que también pone en riesgo la vida y la dignidad de miles de migrantes que buscan refugio y seguridad.
La situación actual exige un análisis crítico de las políticas migratorias de la UE y una reevaluación de lo que significa realmente ser un país seguro para los migrantes. La designación de países como seguros no debe ser solo una cuestión de conveniencia política, sino que debe basarse en un compromiso genuino con la protección de los derechos humanos y la dignidad de todas las personas, independientemente de su origen o situación migratoria.