La situación en Gaza ha suscitado un intenso debate sobre la naturaleza de las acciones de Israel en la región. Raz Segal, un académico judío israelí y profesor de Estudios del Genocidio Moderno en la Universidad de Stockton, ha calificado la ofensiva israelí como genocidio. En una conversación reciente, Segal afirmó: «No hay controversia alguna. Es un genocidio, y lo ha sido frente a nuestros ojos durante los últimos 19 meses». Esta afirmación ha sido respaldada por varios expertos en genocidio que han publicado sus análisis en la revista Journal of Genocide Research, donde se concluye que los actos de Israel pueden ser considerados como genocidio o, al menos, como violencia genocida.
La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de la ONU define el genocidio como cualquier acto perpetrado con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Entre estos actos se incluyen la matanza de miembros del grupo, la lesión grave a su integridad física o mental, y el sometimiento a condiciones de existencia que puedan llevar a su destrucción. Segal argumenta que en Gaza se cumplen tanto los hechos como la intención genocida, citando cifras alarmantes de muertes y destrucción.
Según Segal, la cifra oficial de muertos en Gaza asciende a 53,000, de los cuales 16,000 son niños. Este dato es crucial, ya que en casos anteriores de genocidio, como el de la comunidad rohinya en Myanmar, la comunidad internacional ha utilizado el alto número de víctimas infantiles como un argumento clave para calificar la situación de genocidio. Además, la devastación de infraestructuras esenciales para la vida, como panaderías, campos de cultivo y centros educativos, se suma a la narrativa de un ataque sistemático contra la población de Gaza.
### La Intención Genocida y las Declaraciones de Líderes Israelíes
La intención genocida es un elemento fundamental para la calificación de un acto como genocidio. Segal menciona declaraciones de altos funcionarios israelíes que podrían interpretarse como incitaciones a la violencia. Por ejemplo, el ministro de Defensa, Israel Katz, advirtió a los residentes de Gaza que enfrentarían «devastación total» si no devolvían a los rehenes y eliminaban a Hamás. Estas declaraciones han sido documentadas en la causa de genocidio presentada contra Israel en la Corte Internacional de Justicia por Sudáfrica, a la que se ha sumado España.
Las palabras del primer ministro Benjamín Netanyahu, que instó a su ejército a recordar a Amalek, una nación enemiga mencionada en la Biblia, también han sido objeto de análisis. La retórica utilizada por líderes israelíes, que a menudo deshumaniza a la población de Gaza, ha llevado a muchos a cuestionar si existe un plan sistemático para exterminar a un grupo étnico.
Sin embargo, no todos los analistas están de acuerdo con esta interpretación. Ben-Dror Yemini, un historiador y periodista israelí, sostiene que las declaraciones de los líderes políticos no son suficientes para demostrar una intención genocida. Yemini argumenta que la coalición de gobierno actual, compuesta por ultraderechistas, no representa la postura del ejército israelí y que las acusaciones de genocidio son parte de una «industria de la mentira» que busca culpar a Israel de todos los males.
### La Perspectiva Académica y el Futuro del Debate
El debate sobre si las acciones de Israel constituyen genocidio ha evolucionado con el tiempo. Algunos académicos que inicialmente se mostraron escépticos han cambiado de opinión a medida que la violencia ha escalado. Investigadores como Shmuel Lederman y William Schabas han llegado a la conclusión de que las acciones israelíes, especialmente las declaraciones públicas que piden el corte de suministros básicos a Gaza, pueden ser interpretadas como genocidas.
La Corte Internacional de Justicia ha calificado de «plausible» que los actos de Israel en Gaza constituyan genocidio, exigiendo al gobierno israelí que tome medidas para prevenir actos genocidas y permita la entrada de ayuda humanitaria. Sin embargo, la situación en el terreno no ha cambiado significativamente, lo que ha llevado a muchos a cuestionar la efectividad de estas resoluciones.
El consenso entre los académicos que estudian el genocidio parece inclinarse hacia la calificación de las acciones israelíes como genocidas. Investigadores de renombre han expresado que, aunque puede haber disenso, la mayoría de sus colegas coinciden en que las acciones en Gaza cumplen con los criterios establecidos por la Convención de la ONU. La resolución definitiva sobre este tema probablemente dependerá de la decisión de la Corte Internacional de Justicia, un proceso que podría llevar varios años.
Mientras tanto, el debate sobre la naturaleza de las acciones de Israel en Gaza continúa, con implicaciones profundas para la política internacional y la percepción pública del conflicto. La comunidad académica, junto con organizaciones de derechos humanos, seguirá analizando y discutiendo este complejo y delicado tema.