La temporada de lucha canaria está marcada por un conflicto que ha captado la atención de aficionados y expertos por igual. El caso Aridane, que involucra al club palmero y al Almogarén de Valsequillo, ha tomado un giro inesperado, complicando aún más una situación que ya era tensa. A medida que se desarrollan los acontecimientos, se hace evidente que la resolución de este conflicto no será sencilla y podría tener repercusiones significativas en la clasificación y en la reputación de los clubes involucrados.
### Orígenes del Conflicto
El conflicto se originó cuando el Almogarén presentó una protesta tras una luchada contra el Aridane, alegando una alineación indebida del luchador DB Jorge González. Según el Almogarén, González había comenzado la temporada con ficha de Primera, pero había bajado a Segunda antes de volver a subir a Primera, lo que, de ser cierto, constituiría una violación de las normas de la competición. Por su parte, el club Aridane sostiene que González siempre tuvo ficha de Segunda, ya que solicitó su cambio a Primera el 25 de enero de 2025, después de haber comenzado la temporada en la categoría inferior.
La situación se complicó aún más cuando el Almogarén presentó un documento de la Federación Canaria de Lucha que certificaba que González tenía ficha de Primera desde el 6 de octubre de 2024. Este documento fue clave para que el Almogarén elevara su reclamación al Comité Canario de Disciplina Deportiva. Sin embargo, a pesar de la nueva evidencia, el Comité de Disciplina decidió no tener en cuenta el certificado y repitió su resolución de la primera vuelta, lo que llevó al Almogarén a presentar un nuevo recurso ante el Comité de Apelación.
### La Respuesta de la Federación Canaria
La situación dio un giro inesperado cuando la Federación Canaria de Lucha emitió una misiva al Comité de Apelación, reconociendo un «defecto de forma» en el certificado que había emitido anteriormente. En este comunicado, la Federación admitió que había cometido un error al certificar que González tenía ficha de Primera el 6 de octubre de 2024, cuando en realidad, según la documentación presentada por el Aridane, el luchador había sido notificado para competir en Segunda desde el 17 de octubre de 2024.
Este reconocimiento por parte de la Federación ha dejado al Almogarén en una posición difícil, ya que cuestiona la validez de su protesta. La incredulidad del club grancanario es palpable, ya que no comprenden cómo se puede certificar una ficha de Primera en una fecha anterior a la comunicación del Aridane sobre la categoría en la que competiría González. Además, el Almogarén ha presentado pruebas visuales, incluyendo fotografías y carteles de luchadas, que demuestran que González competía con el equipo de Primera, lo que añade más confusión al asunto.
La situación ha generado un ambiente de incertidumbre y tensión en el mundo de la lucha canaria. Los aficionados y expertos están a la espera de la resolución del Comité Canario de Disciplina, que se espera que se pronuncie en los próximos días. La posibilidad de que el Almogarén tenga éxito en su reclamación podría llevar a que el Aridane pierda hasta 8 puntos en la tabla, lo que afectaría su posición en la clasificación y podría cambiar el orden de los cuartos de final.
### Implicaciones Futuras
El desenlace de este conflicto no solo afectará a los clubes involucrados, sino que también podría tener repercusiones más amplias en la lucha canaria. Si el Almogarén logra demostrar que el Aridane cometió una infracción, esto podría sentar un precedente para futuros casos de alineaciones indebidas y la gestión de las fichas de los luchadores. Por otro lado, si se determina que el Aridane actuó dentro de la legalidad, esto podría reforzar la confianza en la gestión de la Federación Canaria y en la integridad de la competición.
Los dirigentes del Almogarén han expresado su intención de llevar el caso a la justicia ordinaria si no obtienen una resolución favorable, lo que podría prolongar aún más el conflicto y generar un culebrón que mantenga a la comunidad de la lucha canaria en vilo. La situación actual es un recordatorio de la complejidad de las regulaciones deportivas y la importancia de la transparencia en la gestión de las competiciones.
A medida que se acerca la fecha de la resolución, todos los ojos están puestos en el Comité Canario de Disciplina y en cómo manejarán este complicado caso. La lucha canaria, un deporte tradicional con una rica historia en las Islas Canarias, se enfrenta a un momento crítico que podría definir su futuro inmediato.