El primer contacto entre una madre y su recién nacido, conocido como contacto piel con piel, es una práctica que ha demostrado tener un impacto profundo en la salud y el bienestar tanto del bebé como de la madre. Este contacto inmediato, que se realiza justo después del parto, no solo es un momento emocionalmente significativo, sino que también está respaldado por una creciente cantidad de evidencia científica que resalta sus múltiples beneficios. Un análisis reciente de la base de datos Cochrane ha confirmado que este primer abrazo es fundamental para un comienzo saludable en la vida.
### Beneficios Fisiológicos del Contacto Piel con Piel
El contacto piel con piel, que se refiere a la práctica de colocar al recién nacido sobre el pecho desnudo de la madre, ha sido objeto de numerosos estudios que demuestran sus efectos positivos. La revisión de 2025, que analizó 69 ensayos clínicos con más de 7,290 parejas de madre e hijo, reveló que este contacto inmediato o temprano (dentro de las primeras 24 horas después del nacimiento) tiene efectos fisiológicos significativos.
Uno de los beneficios más destacados es la promoción de la lactancia materna. Las madres que experimentan este contacto tienen una mayor probabilidad de amamantar de forma exclusiva, lo que es crucial para la salud del bebé. La lactancia materna exclusiva durante los primeros meses de vida se asocia con una reducción en la mortalidad infantil y una mejora en la salud general del niño. Este efecto positivo se ha observado tanto a corto como a largo plazo, manteniéndose incluso hasta los seis meses de vida del bebé.
Además de facilitar la lactancia, el contacto piel con piel ayuda a regular la temperatura corporal del recién nacido. Los estudios han demostrado que los bebés que reciben este tipo de contacto tienden a mantener una temperatura más estable, lo que es esencial para su adaptación al entorno externo. También se ha observado que estos bebés presentan niveles de glucosa en sangre más altos, lo que es vital para prevenir la hipoglucemia neonatal, una condición que puede requerir intervenciones adicionales y que puede interferir con el inicio de la lactancia.
### Impacto en la Madre y Consideraciones Éticas
Aunque los beneficios para el bebé son más evidentes, el contacto piel con piel también puede tener efectos positivos en la madre. Sin embargo, la investigación en este ámbito es menos concluyente. Algunos estudios han explorado si esta práctica puede influir en el tiempo de expulsión de la placenta o en la cantidad de sangrado posparto, pero los resultados han sido variados y no definitivos. Esto sugiere que se necesita más investigación para comprender completamente cómo el contacto piel con piel puede afectar a la madre en el periodo posparto.
Desde una perspectiva ética, los hallazgos de esta revisión son significativos. La evidencia apoya firmemente la recomendación de organizaciones internacionales como la OMS y UNICEF de implementar el contacto piel con piel de manera inmediata y continua después del nacimiento. Dado que se trata de una intervención de bajo costo y alta efectividad, los autores de la revisión sugieren que podría ser injustificable continuar con prácticas que impliquen la separación rutinaria de la madre y su bebé sano tras el parto.
La revisión también destaca algunas limitaciones en los estudios existentes, como la dificultad de realizar ensayos controlados aleatorios debido a la naturaleza de la intervención. Tanto las madres como el personal de salud son conscientes de si se está aplicando o no el contacto piel con piel, lo que puede introducir sesgos en los resultados. Además, la variabilidad en la duración y el modo de aplicación del contacto en los diferentes ensayos puede afectar la validez de los hallazgos.
En resumen, el contacto piel con piel entre madre e hijo no solo es un momento de conexión emocional, sino que también es una práctica respaldada por la ciencia que ofrece beneficios significativos para la salud de ambos. La promoción de esta práctica en los hospitales y centros de salud es esencial para garantizar que todos los recién nacidos tengan la mejor oportunidad de un comienzo saludable en la vida. Con el respaldo de la evidencia, es fundamental que se priorice el contacto piel con piel como un estándar de cuidado en todo el mundo.
