La aerolínea irlandesa Ryanair ha comenzado a implementar un recorte significativo de personal en el Aeropuerto de Gran Canaria, afectando a aproximadamente el 20% de su plantilla. Esta decisión se enmarca dentro de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a nivel nacional, que ha generado una gran preocupación entre los trabajadores y sus representantes sindicales. A pesar de que la compañía no cesará completamente sus operaciones en la isla, se prevé una reducción drástica en el número de rutas y asientos disponibles para los pasajeros.
**Detalles del Recorte de Personal**
El anuncio del ERE fue realizado el 3 de septiembre, pero la plantilla del Aeropuerto de Gran Canaria no fue informada de la magnitud de la situación hasta días recientes. Según fuentes cercanas a los trabajadores, la compañía ofreció dos opciones: la reducción de jornada o el despido. Sin embargo, la falta de consenso entre los empleados ha llevado a Ryanair a optar por el despido masivo, lo que ha generado un clima de incertidumbre y descontento.
La aerolínea ha decidido recortar cinco rutas desde Gran Canaria, que incluyen destinos populares como Barcelona, Madrid y Palma, lo que representa una pérdida de aproximadamente 170,000 asientos para la temporada de invierno. Este recorte se traduce en un 18% menos de capacidad, lo que podría afectar gravemente la conectividad de la isla y, por ende, su economía local.
Una trabajadora del aeropuerto, que prefirió permanecer en el anonimato, expresó su preocupación por la eliminación de derechos laborales adquiridos a través de subrogaciones empresariales. «No solo se trata de la reducción de jornada, sino que también se están eliminando derechos que teníamos como trabajadores», afirmó. Esta situación ha llevado a muchos a cuestionar la transparencia y la ética de las decisiones tomadas por la dirección de Ryanair.
**Reacciones de los Trabajadores y Representantes Sindicales**
El sentimiento generalizado entre los empleados es de frustración y desconfianza. Muchos consideran que la reducción de jornada es un despido encubierto y que la empresa no ha mostrado disposición para negociar condiciones más favorables. «Nos han incluido en un ERE muy dañino para todos los trabajadores. No nos lo esperábamos ni mucho menos», comentó una fuente cercana a la plantilla.
Los representantes sindicales han manifestado su desacuerdo con las medidas adoptadas por la aerolínea. A pesar de las negociaciones, no se ha llegado a un acuerdo que satisfaga a ambas partes, lo que ha llevado a la decisión de proceder con el despido masivo. La falta de comunicación y la percepción de que la empresa no está dispuesta a considerar alternativas han intensificado el descontento entre los trabajadores.
Además, la situación se complica aún más con la posibilidad de traslados a otras bases de la compañía, que muchos consideran poco viables. «Las opciones que nos han dado son ridículas. No hay un verdadero compromiso por parte de Ryanair para mantener nuestros empleos en condiciones dignas», añadió la trabajadora anónima.
La incertidumbre sobre el futuro laboral de los empleados de Ryanair en Gran Canaria ha llevado a algunos a plantear acciones legales a nivel nacional. Sin embargo, las expectativas de éxito son bajas, dado el poder que la aerolínea tiene en la negociación. La falta de apoyo y la sensación de abandono por parte de la dirección han dejado a muchos empleados sintiéndose vulnerables y desprotegidos.
La situación en Gran Canaria es un reflejo de un problema más amplio que afecta a la industria de la aviación en general, donde las aerolíneas están buscando reducir costos a expensas de sus empleados. Este tipo de decisiones no solo impactan a los trabajadores, sino que también pueden tener repercusiones en la economía local, especialmente en un lugar como Gran Canaria, donde el turismo es un pilar fundamental.
En resumen, el recorte de personal de Ryanair en Gran Canaria ha generado un clima de incertidumbre y descontento entre los trabajadores. La falta de comunicación y la percepción de que la empresa no está dispuesta a negociar han intensificado la frustración. A medida que la situación se desarrolla, será crucial observar cómo se gestionan las relaciones laborales en el futuro y qué medidas se tomarán para proteger los derechos de los empleados en la industria de la aviación.
