La obtención del carnet de conducir se ha convertido en un proceso cada vez más complicado en varios países europeos, donde las largas esperas para realizar el examen práctico son una constante. En España, la situación es crítica, con meses de espera debido a la escasez de examinadores. Sin embargo, este problema no es exclusivo de la península ibérica, ya que otros países como Francia, Italia, Bélgica y el Reino Unido enfrentan desafíos similares. A continuación, se examina la situación en estos países y se analizan las medidas adoptadas para mitigar los retrasos.
**Portugal: Un modelo mixto que alivia las esperas**
En Portugal, el Instituto de Movilidad y Transportes (IMT) es el organismo encargado de gestionar las licencias de conducción. A pesar de que este organismo es el principal responsable de los exámenes, la inclusión de empresas privadas en el proceso ha permitido reducir significativamente los tiempos de espera. En 2024, más de 8.000 alumnos estaban en lista de espera, con algunos esperando hasta cuatro años. Sin embargo, las empresas privadas, como el Automóvil Club de Portugal, han logrado reducir este tiempo a solo unos días, gracias a su mayor flexibilidad y recursos. El IMT ha reconocido la necesidad de reforzar su personal y está formando nuevos examinadores para abordar la creciente demanda.
**Francia: La falta de examinadores agrava la situación**
El sistema francés para obtener el carnet de conducir es similar al español, con las autoescuelas privadas encargándose de la formación y el Ministerio del Interior supervisando los exámenes. Sin embargo, la reciente modificación legislativa que permite a los jóvenes de 17 años obtener el permiso de conducir ha provocado un aumento en la demanda, lo que ha llevado a listas de espera de más de dos meses. La escasez de examinadores ha hecho que el proceso sea aún más lento, con tiempos de espera que pueden llegar a seis meses en algunas regiones. Para aquellos que no aprueban a la primera, el tiempo de espera para un segundo intento ha aumentado, lo que complica aún más la situación.
**Italia: Un sistema público con demoras significativas**
En Italia, el proceso para obtener el carnet de conducir es gestionado por la Motorizzazione Civile, que se encarga de las evaluaciones. Aunque las autoescuelas privadas juegan un papel importante en la formación, la evaluación final es responsabilidad exclusiva de la administración pública. La falta de examinadores ha llevado a demoras significativas, especialmente en la prueba práctica, donde los aspirantes pueden esperar varios meses. Esto ha llevado a muchos a tener que renovar su permiso provisional si no logran presentarse a tiempo.
**Alemania: La gestión privada no resuelve el problema**
En Alemania, aunque la concesión del carnet de conducir es responsabilidad de la administración, los exámenes son realizados por empresas privadas. A pesar de este modelo, los problemas de escasez de examinadores y largas esperas son comunes. Con aproximadamente 2.500 examinadores en todo el país, la situación no ha mejorado, y los aspirantes siguen enfrentando tiempos de espera prolongados para acceder a los exámenes prácticos.
**Bélgica: Un sistema descentralizado con retos similares**
Bélgica presenta un modelo descentralizado en el que las competencias de movilidad y transporte son gestionadas a nivel regional. Aunque el contenido de los exámenes es uniforme, la gestión varía entre Flandes, Bruselas y Valonia. Las empresas privadas suelen encargarse de los exámenes prácticos, pero la pandemia y el aumento de la demanda han generado retrasos significativos. En Valonia, se han implementado listas de espera para facilitar el acceso a las plazas disponibles, pero las demoras siguen siendo un problema. En Flandes, las autoridades han señalado que muchos aspirantes no están suficientemente preparados, lo que contribuye a la congestión del sistema.
**Reino Unido: Esperas que superan las expectativas**
En el Reino Unido, las listas de espera para el examen práctico son alarmantes, alcanzando hasta 24 semanas en algunas áreas, como Londres. A pesar de los esfuerzos del Gobierno para aumentar el número de plazas y reclutar nuevos examinadores, los tiempos de espera siguen siendo inaceptables. La Agencia de Normas para Conductores y Vehículos (DVSA) ha intentado abordar esta situación, pero la demanda sigue superando la oferta. La importancia de reducir estos tiempos es crucial, ya que uno de cada seis empleos en el país requiere un carnet de conducir.
La situación en Europa respecto a la obtención del carnet de conducir es un reflejo de la falta de personal y la creciente demanda. Mientras que algunos países han encontrado soluciones a través de la inclusión de empresas privadas, otros siguen luchando con un sistema que no parece capaz de adaptarse a las necesidades actuales. La necesidad de reformar y optimizar estos procesos es evidente, y la presión sobre los gobiernos para abordar estos problemas es cada vez mayor.