Las relaciones entre Israel y la Unión Europea (UE) han sido históricamente complejas, marcadas por tensiones políticas y conflictos regionales. Recientemente, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, ha expresado su firme oposición a las medidas propuestas por la Comisión Europea que buscan sancionar a Israel y retirar ciertas ventajas comerciales. Esta situación ha generado un nuevo capítulo en la relación entre ambas partes, donde las implicaciones económicas y políticas son significativas.
**Advertencias de Israel ante las sanciones**
Gideon Saar ha dejado claro que Israel no se quedará de brazos cruzados ante las acciones que considera perjudiciales. En un mensaje publicado en su cuenta de X, Saar afirmó que «Israel continuará luchando, con la ayuda de sus amigos en Europa, contra los intentos de dañarla mientras está inmersa en una guerra existencial». Esta declaración refleja la postura defensiva de Israel, que se siente amenazada por las medidas que la UE está considerando.
Las sanciones propuestas incluyen la suspensión de ciertas preferencias comerciales que actualmente benefician a Israel, así como la imposición de aranceles a productos que anteriormente estaban exentos. Según fuentes comunitarias, estas medidas afectarían aproximadamente al 37% del comercio entre la UE e Israel, lo que representa un valor estimado de 5.800 millones de euros. La propuesta de la CE se produce en un contexto de creciente preocupación por el respeto a los derechos humanos y la situación humanitaria en Gaza, lo que ha llevado a la UE a reevaluar su relación comercial con Israel.
Saar ha calificado las recomendaciones del Consejo de la CE como «moral y políticamente distorsionadas», y ha expresado su esperanza de que no se adopten. La presión sobre Israel ha aumentado, especialmente después de que la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, anunciara la intención de suspender ciertas disposiciones comerciales en un debate sobre el estado de la UE. La propuesta, que aún necesita el respaldo de una mayoría cualificada de países de la UE, ha generado un debate intenso entre los estados miembros.
**Impacto en el comercio y la cooperación bilateral**
Las medidas propuestas por la CE no implican una suspensión total del comercio con Israel, sino que se centran en la eliminación de preferencias comerciales. Esto significa que los productos israelíes se verían sujetos a los aranceles aplicables a cualquier otro país con el que la UE no tenga un acuerdo de libre comercio. Esta decisión podría tener un impacto significativo en la economía israelí, especialmente en sectores que dependen de la exportación a Europa.
Además de las sanciones comerciales, la CE ha decidido suspender su apoyo bilateral a Israel, con la excepción de la ayuda destinada a la sociedad civil y al Museo de la Historia del Holocausto, Yad Vashem. Esto afectará a las asignaciones anuales entre 2025 y 2027 y a los proyectos de cooperación institucional en curso. Se estima que alrededor de 14 millones de euros quedarán suspendidos en este periodo, lo que representa un golpe adicional a la cooperación entre ambas partes.
La decisión de la CE de revisar el cumplimiento de Israel con el artículo 2 de su acuerdo de asociación se basa en la constatación de violaciones de derechos humanos y principios democráticos. La situación en Gaza, marcada por un deterioro humanitario y el avance de asentamientos en Cisjordania, ha sido un factor clave en esta reevaluación. Ursula von der Leyen ha instado a un alto el fuego inmediato y al acceso sin restricciones de ayuda humanitaria, lo que subraya la urgencia de la situación.
A medida que la UE avanza en la consideración de estas medidas, la respuesta de Israel y sus aliados en Europa será crucial. La posibilidad de que se implementen sanciones comerciales ha generado un debate interno en la UE, donde algunos países apoyan las medidas, mientras que otros se muestran más cautelosos, temiendo que puedan perjudicar los intereses económicos de Europa.
La relación entre Israel y la UE se encuentra en un punto crítico, donde las decisiones que se tomen en las próximas semanas podrían tener repercusiones duraderas en el comercio, la cooperación y la estabilidad en la región. A medida que ambos lados navegan por estas aguas turbulentas, la atención del mundo estará centrada en cómo se desarrollará esta situación y qué implicaciones tendrá para el futuro de las relaciones internacionales en el contexto del conflicto israelí-palestino.