La situación de los menores migrantes en Canarias ha alcanzado un punto crítico, con el archipiélago enfrentando una emergencia migratoria que ha desbordado su capacidad de acogida. En un reciente Consejo de Gobierno, el portavoz del Ejecutivo canario, Alfonso Cabello, expresó su preocupación por la falta de voluntad de las autoridades estatales para cumplir con las obligaciones legales hacia estos jóvenes. A pesar de que el Tribunal Supremo ha ordenado al Estado hacerse cargo de los menores solicitantes de asilo, solo 67 de los más de 1.000 niños bajo tutela en Canarias han sido trasladados a la península. Esta situación plantea serias dudas sobre el futuro de muchos de estos jóvenes, que podrían cumplir 18 años sin haber recibido la atención y documentación necesarias.
La crisis de los menores migrantes no es solo un problema administrativo, sino un desafío humanitario que requiere una respuesta inmediata y efectiva. La red de acogida en Canarias ha superado su capacidad en más de tres veces, con más de 5.000 niños y niñas en un sistema diseñado para albergar solo 737. Esta sobrecarga ha llevado al Gobierno canario a declarar una situación de contingencia migratoria extraordinaria, lo que subraya la gravedad de la situación.
### La Falta de Solidaridad y Compromiso
A pesar de las declaraciones de solidaridad por parte de diferentes fuerzas políticas, la realidad en el terreno es muy diferente. Cabello criticó la falta de acción concreta, afirmando que «la solidaridad es de boquilla». Esta percepción de desinterés por parte del Estado ha generado un clima de frustración en Canarias, donde las autoridades locales sienten que están asumiendo una carga que debería ser compartida a nivel nacional.
El Gobierno canario ha comenzado a enviar los expedientes de los menores que serán trasladados a la península, en cumplimiento de un real decreto ley que modifica la ley de extranjería para obligar a la redistribución de menores que llegan solos. Sin embargo, este proceso se ha visto obstaculizado por recursos legales presentados por comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular, que buscan paralizar la medida y evitar la acogida de estos jóvenes. Esta situación ha creado un nuevo frente de tensión entre el Gobierno de Canarias y el Estado, complicando aún más la ya difícil situación de los menores migrantes.
La falta de un plan claro y efectivo para abordar la crisis de los menores migrantes en Canarias ha llevado a un aumento de la preocupación entre las autoridades locales. La posibilidad de que muchos de estos jóvenes cumplan 18 años sin haber recibido la atención adecuada es alarmante. Cabello enfatizó que el Estado tiene la «responsabilidad total y absoluta» de garantizar los derechos de estos menores, y que la situación actual es inaceptable.
### La Respuesta del Gobierno Canario
En respuesta a la crisis, el Gobierno de Canarias ha tomado medidas para intentar aliviar la presión sobre los centros de acogida. Esta semana, se comprometió a trasladar a 20 menores a recursos del sistema nacional de protección internacional en la península, y se prevé que la próxima semana se realice la derivación de otros 39. Sin embargo, estas acciones son solo un pequeño paso en comparación con la magnitud del problema.
La situación de los menores migrantes en Canarias es un reflejo de una crisis más amplia que afecta a Europa y al mundo. La llegada de migrantes a las costas canarias ha aumentado en los últimos años, y muchos de estos jóvenes huyen de situaciones de violencia, pobreza y desesperación en sus países de origen. La falta de un enfoque coordinado y solidario por parte de las autoridades estatales y europeas ha exacerbado la crisis, dejando a las comunidades locales a lidiar con las consecuencias.
La presión sobre los centros de acogida en Canarias es insostenible, y las autoridades locales han hecho un llamado a la solidaridad y al compromiso de otras regiones para ayudar a aliviar la carga. La redistribución de menores migrantes es una medida necesaria, pero debe ir acompañada de un enfoque integral que aborde las causas subyacentes de la migración y garantice la protección de los derechos de los menores.
La crisis de los menores migrantes en Canarias es un desafío que requiere una respuesta urgente y efectiva. La falta de voluntad por parte de las autoridades estatales para cumplir con sus obligaciones legales es inaceptable, y es fundamental que se tomen medidas inmediatas para garantizar la seguridad y el bienestar de estos jóvenes. La solidaridad debe ir más allá de las palabras y traducirse en acciones concretas que protejan los derechos de los menores migrantes y les brinden un futuro mejor.