La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, ha establecido un enfoque claro para su país durante su presidencia del Consejo de la Unión Europea, centrándose en el rearme europeo ante la amenaza rusa y en la implementación de políticas más estrictas contra la inmigración irregular. Dinamarca, un país escandinavo con una población de aproximadamente seis millones de habitantes, se ha posicionado como un líder en ambas áreas, aumentando significativamente su presupuesto de defensa y adoptando medidas migratorias que han sido consideradas entre las más severas de la Unión Europea.
### Aumento del Presupuesto de Defensa
Desde que Frederiksen asumió el cargo, ha impulsado un aumento notable en el presupuesto de defensa, que incluye la introducción del servicio militar obligatorio para las mujeres, una medida que se implementará a partir de 2026, adelantándose un año respecto a lo previsto. Este cambio se alinea con las políticas de otros países nórdicos como Suecia y Noruega, que ya han adoptado medidas similares. El presupuesto de defensa danés ha pasado del 1,3% del PIB al 3% en un solo año, con un objetivo de alcanzar el 5% en el futuro, en respuesta a las exigencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hacia los aliados de la OTAN.
El plan de rearme de Dinamarca incluye un fondo de 7.000 millones de euros que se destinarán a la compra de armamento y a la modernización de las fuerzas armadas, lo que representa la mayor inversión en defensa en la historia del país. Actualmente, Dinamarca cuenta con un ejército profesional de aproximadamente 9.000 efectivos, y el gobierno busca aumentar el número de reclutas a 6.500 en los próximos ocho años. La primera ministra ha enfatizado la necesidad de movilizar todos los recursos disponibles para fortalecer la defensa del país, especialmente en un contexto geopolítico tan incierto.
### Políticas Migratorias Estrictas
En el ámbito de la inmigración, Frederiksen ha adoptado un enfoque que ha sido criticado por muchos como una deriva hacia la extrema derecha. La primera ministra ha declarado en varias ocasiones que los inmigrantes y solicitantes de asilo representan «el mayor desafío» que enfrenta Dinamarca. Su gobierno ha implementado políticas que permiten a las autoridades confiscar bienes de valor a los solicitantes de asilo y ha propuesto enviar a inmigrantes sin papeles a una isla que alberga un centro de investigación de enfermedades contagiosas.
Además, Dinamarca ha sido pionera en calificar ciertas áreas de Siria como «seguros» para facilitar la deportación de refugiados. Esta postura ha generado controversia, ya que muchos críticos argumentan que estas políticas son inhumanas y contrarias a los derechos de los refugiados. En 2021, el entonces ministro de Inmigración, Mattias Tesfaye, afirmó que la situación de los inmigrantes sin residencia legal en Dinamarca era insostenible, lo que ha llevado al gobierno a buscar formas de reducir su número.
El gobierno danés también ha llegado a un acuerdo con Ruanda para trasladar a solicitantes de asilo a este país africano, aunque esta medida aún no se ha implementado. La política migratoria de Frederiksen ha sido un cambio significativo respecto a la postura más abierta que tradicionalmente ha tenido Dinamarca, reflejando un giro hacia la derecha en la política del país.
### Compromiso con la Seguridad Regional
La amenaza rusa ha sido un factor determinante en la política de defensa de Dinamarca. El país ha desplegado tropas en Letonia y Lituania, países que comparten frontera con Rusia y que han expresado su preocupación por la posibilidad de ser los próximos objetivos de Vladimir Putin. La ubicación geográfica de Dinamarca en el mar Báltico la convierte en un punto estratégico para la OTAN, y su compromiso con la seguridad regional es evidente.
El gobierno danés ha manifestado su intención de reforzar su presencia militar en el Ártico y el Atlántico Norte, especialmente en respuesta a las ambiciones de Rusia en la región. La primera ministra ha declarado que «Groenlandia no está en venta», en referencia a las inquietudes sobre las intenciones de Trump de adquirir este territorio semiautónomo de Dinamarca.
Dinamarca se enfrenta a un panorama complejo, donde la seguridad nacional y las políticas migratorias se entrelazan en un contexto de creciente tensión geopolítica. La postura de Frederiksen refleja no solo una respuesta a las amenazas externas, sino también un cambio en la percepción interna sobre la inmigración y la diversidad cultural, lo que podría tener repercusiones significativas en la sociedad danesa en los próximos años.