La llegada de migrantes a Formentera ha alcanzado cifras alarmantes en los últimos meses, especialmente en lo que respecta a menores no acompañados. Según datos recientes, el Consell de Formentera tiene bajo su tutela a 136 menores migrantes que han llegado a la isla en pateras desde Argelia. De este total, solo una veintena permanece en la isla, mientras que el resto ha sido trasladado a centros de acogida en Mallorca, gestionados por organizaciones especializadas como la Fundación Samu. Esta situación ha generado un debate sobre la capacidad de la isla para manejar el creciente flujo de migrantes y las implicaciones económicas que esto conlleva.
La llegada de estos menores no acompañados ha sido constante, con un incremento notable en las últimas semanas. En la última oleada, Formentera recibió a 20 menores entre más de 300 migrantes, lo que ha puesto a prueba la infraestructura y los recursos de la isla. La consellera de Bienestar Social, Cristina Costa, ha señalado que la mayoría de estos menores son adolescentes de entre 14 y 17 años, aunque se ha observado un descenso en la edad media, con la llegada de niños tan jóvenes como diez años. Esta realidad plantea serias preocupaciones sobre la seguridad y el bienestar de estos menores, quienes se embarcan en peligrosas travesías en busca de una vida mejor.
### Costos de la Tutela de Menores
El coste económico de la tutela de estos menores es un tema candente en Formentera. Según informes, el Consell insular ha gastado más de 1.5 millones de euros solo en los primeros meses del año para cubrir las necesidades de estos jóvenes. Este gasto incluye la atención básica, alojamiento y otros servicios necesarios para su bienestar. La situación se ha vuelto insostenible, lo que ha llevado a la institución a solicitar ayuda a las administraciones superiores. Recientemente, el Govern balear aprobó una subvención extraordinaria de 4,1 millones de euros para el área de Bienestar Social, lo que representa un alivio temporal, pero no resuelve el problema de fondo.
La consellera Costa ha explicado que el costo diario por cada menor tutelado oscila entre 200 y 230 euros, dependiendo de diversos factores como el tipo de centro de acogida y las necesidades específicas de cada niño. Una vez que estos jóvenes cumplen 18 años, su responsabilidad pasa al Govern balear, que intenta ofrecerles opciones de vivienda y programas de emancipación. Sin embargo, la falta de recursos y la escasez de viviendas adecuadas complican este proceso, dejando a muchos jóvenes en una situación vulnerable.
### Aumento de Familias Migrantes
Además de los menores no acompañados, Formentera ha visto un aumento en la llegada de núcleos familiares. En lo que va del año, se han recibido 16 familias que suman un total de 42 personas, de las cuales 24 son menores. Estas familias, que a menudo incluyen bebés y niños pequeños, requieren un tratamiento diferenciado debido a sus necesidades específicas. Durante la reciente oleada de llegadas, se atendieron a tres núcleos familiares que incluían a diez personas, lo que ha generado una presión adicional sobre los recursos de la isla.
El Consell de Formentera ha intentado ofrecer una primera acogida a estas familias, proporcionando un espacio donde puedan descansar y recuperarse antes de ser trasladadas a Ibiza. Sin embargo, las condiciones de alojamiento son precarias, y muchas veces se ven obligadas a compartir espacios inadecuados. La consellera Costa ha enfatizado que, aunque el Consell es responsable de los menores no acompañados, el Estado tiene la competencia sobre la acogida de familias completas, lo que complica aún más la situación.
La falta de una comisaría de la Policía Nacional en Formentera también ha sido un obstáculo, ya que este organismo es el encargado de gestionar los trámites legales de los migrantes. Esto ha llevado a que las familias permanezcan en la isla por períodos prolongados, a veces de unas pocas horas a varios días, lo que agrava la saturación de los recursos disponibles.
La crisis migratoria en Formentera es un reflejo de un problema más amplio que afecta a muchas regiones de Europa. La llegada constante de migrantes, especialmente menores, plantea desafíos humanitarios y económicos que requieren una respuesta coordinada y efectiva por parte de las autoridades locales, regionales y nacionales. La situación actual no solo afecta a los migrantes, sino que también pone en riesgo la estabilidad y los recursos de la isla, lo que exige una atención urgente y soluciones sostenibles.